lunes, 25 de mayo de 2009

Reims: Anunciación y Visitación


 Obra:
Anunciación y Visitación (catedral de Reims)
Autor: Maestros de la sonrisa, de la virgen y de las figuras antiguas
Fecha:
Entre 1230 y 1260
Estilo: Gótico
Técnica: Talla en piedra

El grupo escultórico que vemos se encuentra en la jamba derecha de la puerta central de la fachada oeste de la Catedral de Reims.

Es una escultura monumental. Pero al ser figuras prácticamente exentas y no simplemente adosadas a la columna, han perdido la conexión con el marco arquitectónico que tenía en el románico. Con esta liberación, las figuras granan en movilidad y en naturalismo.
Hay dos conjuntos religiosos con iconografía diferente pero conectados cronológicamente.
El grupo de la Anunciación (a la izquierda) es de comienzos del gótico. Narra lo que es primero en el tiempo, el anuncio que el ángel hace a María de que ha sido elegida por Dios para ser madre de su Hijo.
 

"El sexto mes, envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una joven prometida a un hombre llamado José, de la estirpe de David; el nombre de la joven era María. El ángel entró donde estaba María y le dijo: Dios te salve, llena de gracia, el Señor está contigo. Al oír estas palabras, ella se turbó y se preguntaba qué significaba tal saludo. El ángel le dijo: No temas, María, pues Dios te ha concedido su favor. Concebirás y darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús [... ] María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, si yo no tengo relaciones con ningún hombre? El ángel le contestó: El Espíritu vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que va a nacer será santo y se llamará Hijo de Dios. Mira, tu parienta Isabel también ha concebido un hijo en su vejez, y está de seis meses la que todos tenían por estéril; porque para Dios nada hay imposible. María dijo: Aquí está la esclava del Señor, que me suceda según dices. Y el ángel la dejó. (Lucas, 1, 26-38)
El conjunto de la Visitación pertenece a una fase más clásica del gótico. El hecho ocurre pocos meses después del anterior: la Virgen María visita a su prima Isabel, que también espera a un hijo, al que llamará Juan.

 
"Por aquellos días, María se puso en camino y se fue deprisa a la montaña, a una ciudad de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño empezó a dar saltos en su seno. Entonces Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a grandes voces: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Pero, ¿cómo es posible que la madre de mi Señor venga a visitarme? Porque en cuanto oí tu saludo, el niño empezó a dar saltos de alegría en mi seno. ¡Dichosa tú que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá".
(Lucas, 1,39-44)
Las cuatro figuras, a pesar de estar relacionadas, fueron talladas por tres escultores distintos y en tres periodos diferentes.
El maestro del ángel de la sonrisa, en un estilo conocido como de Reims, realiza el ángel. No hace falta decir por qué se la llama así. Su gesto indica dulzura, alegría, y cierta complacencia con el anuncio que hace a María. Tiene un canon alargado, con unos brazos finos y un cuello también fino y largo que sostiene una cabeza con un rostro ovalado, delicado, dulce y amable en el que destaca su expresiva sonrisa. Presenta, además, esa ligera curvatura que aparece en muchas esculturas góticas. Se dirige a la virgen de forma expresiva, incluso con gesticulación de los brazos. En algunas zonas del ángel de la Anunciación se distinguen restos de la policromía que las cubría originalmente.


El maestro de Amiens realiza la figura de la Virgen. María está en una postura estática, en una actitud de escucha, sumisa, en plan de aceptación de la propuesta que le hace al ángel. María carece de expresión; sus ropajes, de modelado superficial y pliegues rectos, caen verticales. El rostro tiene unas formas algo geometrizadas y una mandíbula marcada. En todo caso, ambos maestros han dado un paso hacia el naturalismo gótico.


El maestro de la Antigüedad trabaja en las otras dos figuras: la Virgen, a la izquierda, y la de Isabel, a nuestra derecha. Es evidente que las dos figuras son del mismo maestro. Se le llama maestro de la Antigüedad porque ambas figuras tienen aportaciones clásicas. A la Virgen se la representa joven y con la curva praxiteliana, lo que le proporciona una gran elegancia. Isabel es ya la persona madura, pues como dice san Lucas en el evangelio "Isabel era estéril y los dos (Joaquín, su marido) de avanzada edad". La imitación de la antigüedad es evidente. Por ejemplo, ambas están togadas, el canon de figuras es el clásico de siete cabezas de Policleto, las dos figuras presentan el contraposto o contrabalanceo clásico de los miembros, en la curva praxiteliana de la Virgen. Los paños imitan los paños mojados de Fidias, y además, dejan entrever perfectamente la anatomía interior de las personas: piernas, brazos, rodillas.
La presencia de escultores tan distintos se puede explicar por la paralización de las obras de la catedral por una revuelta popular en Reims entre 1233 y 1236. Las figuras más antiguas son las de la Visitación, después la Virgen y finalmente el ángel.
A partir del siglo XII, gracias  a las predicaciones de personas como Bernardo de Claraval, la figura de la Virgen va a cobrar un enorme protagonismo y va a ser objeto de una gran devoción. De hecho la mayoría de las catedrales góticas están erigidas en su honor, y la de Reims no es una excepción, pues se llama Notre Dame de Reims. Durante el gótico aparecerán nuevos temas temas relativos a la Virgen María: la Piedad y Llanto sobre Cristo muerto.
Las manifestaciones artísticas del periodo gótico se ven afectadas por una serie de cambios sociales y económicos que alumbran una nueva sociedad a partir del siglo XIII. Esto se va a notar en un nuevo lenguaje artístico que se va a manifestar en la catedral, edificio característico de este periodo. 
 

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