Obra: Acueducto
de Segovia
Fecha: Comienzos del siglo II
Estilo: Romano
imperial
Material: Sillares de
granito; mampostería para el canal superior
Dentro de las numerosas obras de ingeniería que los
romanos llevaron a cabo, el acueducto [aqua (agua) ducere (conducir)] servía para conducir agua en forma de
flujo continuo desde un manantial o río a la ciudad. Normalmente vemos nada más
las arquerías, pero la construcción de un acueducto era más compleja, pues suponía, por ejemplo, horadar montañas,
hacer canales, sifones, etc. El acueducto arrancaba en un lugar de captación de
agua. El estudio del terreno favorecía el trazado más económico y hacer una pendiente suave y sostenida sin
alargar demasiado el recorrido de la obra. Si se podía, el canal por el que
circulaba el agua transcurría sobre el suelo por canales, en general
cubiertos, apoyados en las
laderas de los montes. Cuando había que salvar un camino a nivel más bajo que el
acueducto, se hacían sifones, para que el agua pasara por debajo del obstáculo.
Si el terreno se elevaba, el canal se soterraba y se hacía una galería
subterránea excavada directamente en la roca. Cuando la depresión del terreno
era amplia se hacía una construcción de complicados sistemas de arquerías (arcuationes)
que sostenían el canal y lo mantenían al nivel adecuado. Este es el caso del
trayecto más popular del acueducto de Segovia.
Este acueducto es el mejor conservado y el más completo de los que
nos quedan en la península. Es difícil su datación, pero tras las excavaciones de 1998 se considera que se levantaría durante la parte final del gobierno de Trajano, que se mantuvo en el poder hasta el 117 d.C., o ya desde el gobierno de Adriano, desde el año 117 hasta el 138 d.C.
Toma
el agua del río Frío, a 18 kms de la ciudad y recorre un tramo de más de 15 kms
antes de llegar a ella. La parte más elevada mide 28 metros con cerca de 6 de
cimientos. Esta es la parte más conocida; tiene 166 arcos de medio punto, 68
sencillos y 44 dobles superpuestos. En total mide, esta parte visible, 638
metros.
El canal por el que circula el agua va soportado por dos
cuerpos de pilares cuadrados que disminuyen de grosor a medida que ascienden sobre los que se voltean los arcos de medio punto.
Los arcos inferiores se van adaptando a la vaguada, mientras que los superiores, no. Están realizados con sillares de granito colocados en seco, es decir a hueso,
sin argamasa.
El remate es un ático de mampostería (opus incertum) y en
su interior está el canal (specus) en forma de U, de 30 cms de ancho por 30 de profundo
por el que circula el agua.
En la parte superior se ven dos nichos, uno a cada lado del acueducto. En uno de
ellos se sabe que estaba Hércules. Actualmente en uno está la Virgen de la
Fuencisla, patrona de la ciudad, y en el otro San Esteban. También había en la
época romana sobre los tres arcos de mayor altura una
cartela, hoy perdida, con letras de bronce donde constaba la fecha y el
constructor.
La finalidad de esta construcción es la de transportar agua, siendo un claro de ejemplo de la gran importancia de la ingeniería civil tan desarrollada en Roma y de su pragmatismo establecido por Vitruvio "utilitas".
Ha sufrido
diversas restauraciones, la más notable la realizada en tiempo de los Reyes
Católicos. A finales de los 90 del siglo XX ha sido de nuevo restaurado en
profundidad ante el deterioro notable que presentaba la obra.
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