Obra: Nacimiento de Venus
Autor: Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi - Sandro Botticelli (1445-1510)
Fecha: 1484
Estilo: Renacimiento;
Técnica: Temple sobre lienzo
.
El Nacimiento de Venus es una pintura realizada por Botticelli al temple sobre lienzo a finales del siglo XV, en pleno renacimiento. No se sabe muy bien para quien la realiza, aunque se supone que sería para algún miembro de la familia Medici.
El tema deriva de la literatura de Homero recogida por Ovidio en Las Metamorfosis. Y parece ser que fue ya un ema pintado por el griego Apeles. Venus, diosa del amor, nace de los genitales del dios Urano cortados por su hijo Cronos y arrojados al mar. Del semen surge Venus. Más que representar el nacimiento de Venus, el cuadro muestra el momento en que Venus llega a la isla Citerea en una concha o venera. Llega empujada por Céfiro (dios del viento oeste) y Cloris (ninfa de la brisa), su mujer, estrechamente enlazados. Una Hora que espera en la orilla lanza sobre Venus un manto.
La figura de Venus corresponde a las llamadas Venus púdicas de tradición helenística por taparse delicadamente con una mano el pecho y con la otra, agarrando un bucle de cabello, el sexo. Tiene una clara relación con la Venus de Cnido de Praxiteles en el contraposto y en la ligera curva que realiza su cuerpo. Es la primera vez desde la antigüedad que se representa en tamaño grande a la diosa Vensus desnuda, pues estaba prohibido. Botticelli retrata a Simonetta Vespucci, dama florentina de la época, como Venus.
La figura de Venus hace de centro de simetría, aunque está un poco ladeada hacia la derecha del espectador, como sugiriendo el impuso del viento sobre ella.
Botticelli está más preocupado por las ideas neoplatónicas que afloran en el Renacimiento que por los aspectos de belleza puramente formales o científicos.
Por eso, en el cuadro prima la línea, el dibujo, sobre la perspectiva. La valoración del dibujo como signo de inteligencia es propio de muchos pintores de la zona de Florencia. El trazo es fino y elegante, como se puede observar en los arabescos del cabello. Los colores son suaves, con contraste entre las figuras femeninas (una Venus blanquísima) y las masculinas (de tez más oscura). Los pies de las figuras presentan el llamado paso de danza, postura de muchas figuras de Botticelli.
La solución del paisaje es novedoso. No es el complicado que se hacía en Flandes, ni tampoco el paisaje tan esquemático de Masaccio. La solución que da es hacer un sencillo fondo marino, con las riberas visibles y un grupo de árboles para compensar el vacío que quedaba tras la figura de Hora. La representación del mar puede parecer un poco dura, pero no imipide que la obra sea considerada como una de las grandes obras del Renacimiento.
Como se comentó antes, el cuadro habla por todos los lados de temas platónicos. En Venus se destacan dos aspectos: la Venus del amor carnal, sensual, y la Venus de la inteligencia o el saber. Esta figura de la diosa podría representar la unión de ambos aspectos de Venus. Pero no es una exaltación pagana de la belleza física femenina sin más. El neoplatonismo busca cómo conciliar elementos clásicos paganos con el cristianismo. En este sentido, el tema podría hacer una relacion simbólica con el Bautismo cristiano como forma de nacer a una nueva vida.
Autor: Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi - Sandro Botticelli (1445-1510)
Fecha: 1484
Estilo: Renacimiento;
Técnica: Temple sobre lienzo
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El Nacimiento de Venus es una pintura realizada por Botticelli al temple sobre lienzo a finales del siglo XV, en pleno renacimiento. No se sabe muy bien para quien la realiza, aunque se supone que sería para algún miembro de la familia Medici.
El tema deriva de la literatura de Homero recogida por Ovidio en Las Metamorfosis. Y parece ser que fue ya un ema pintado por el griego Apeles. Venus, diosa del amor, nace de los genitales del dios Urano cortados por su hijo Cronos y arrojados al mar. Del semen surge Venus. Más que representar el nacimiento de Venus, el cuadro muestra el momento en que Venus llega a la isla Citerea en una concha o venera. Llega empujada por Céfiro (dios del viento oeste) y Cloris (ninfa de la brisa), su mujer, estrechamente enlazados. Una Hora que espera en la orilla lanza sobre Venus un manto.
La figura de Venus corresponde a las llamadas Venus púdicas de tradición helenística por taparse delicadamente con una mano el pecho y con la otra, agarrando un bucle de cabello, el sexo. Tiene una clara relación con la Venus de Cnido de Praxiteles en el contraposto y en la ligera curva que realiza su cuerpo. Es la primera vez desde la antigüedad que se representa en tamaño grande a la diosa Vensus desnuda, pues estaba prohibido. Botticelli retrata a Simonetta Vespucci, dama florentina de la época, como Venus.
La figura de Venus hace de centro de simetría, aunque está un poco ladeada hacia la derecha del espectador, como sugiriendo el impuso del viento sobre ella.
Botticelli está más preocupado por las ideas neoplatónicas que afloran en el Renacimiento que por los aspectos de belleza puramente formales o científicos.
Por eso, en el cuadro prima la línea, el dibujo, sobre la perspectiva. La valoración del dibujo como signo de inteligencia es propio de muchos pintores de la zona de Florencia. El trazo es fino y elegante, como se puede observar en los arabescos del cabello. Los colores son suaves, con contraste entre las figuras femeninas (una Venus blanquísima) y las masculinas (de tez más oscura). Los pies de las figuras presentan el llamado paso de danza, postura de muchas figuras de Botticelli.
La solución del paisaje es novedoso. No es el complicado que se hacía en Flandes, ni tampoco el paisaje tan esquemático de Masaccio. La solución que da es hacer un sencillo fondo marino, con las riberas visibles y un grupo de árboles para compensar el vacío que quedaba tras la figura de Hora. La representación del mar puede parecer un poco dura, pero no imipide que la obra sea considerada como una de las grandes obras del Renacimiento.
Como se comentó antes, el cuadro habla por todos los lados de temas platónicos. En Venus se destacan dos aspectos: la Venus del amor carnal, sensual, y la Venus de la inteligencia o el saber. Esta figura de la diosa podría representar la unión de ambos aspectos de Venus. Pero no es una exaltación pagana de la belleza física femenina sin más. El neoplatonismo busca cómo conciliar elementos clásicos paganos con el cristianismo. En este sentido, el tema podría hacer una relacion simbólica con el Bautismo cristiano como forma de nacer a una nueva vida.
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