La llamada Virgen del jilguero (cardellino en italiano) fue pintada por el pintor renacentista Rafael de Sanzio en 1505 al óleo sobre tabla. En el cuadro están representadas tres figuras. La virgen María, en el centro, sostiene el libro de la Sabiduría en su mano. El niño Jesús, su hijo, aparece entre las piernas de su madre. San Juan Bautista, primo de Jesús, está vestido con piel de camello (hace alusión al pasaje del evangelio en que se dice que así vestía en el desierto). Las tres figuras se recortan ante un paisaje que sirve de fondo. El esquema de la composición no puede ser más clásico: las tres figuras están dentro de un triángulo. La Virgen hace de eje de simetría, con dos partes, a derecha e izquierda, perfectamente compensadas. San Juan tiene entre sus manos un jilguero, símbolo de la muerte cruenta, que ofrece a Jesús, como anticipo de lo que ocurrirá. Este cuadro está pintado en Florencia. Durante la estancia de Rafael en esta ciudad profundiza en la pintura de Leonardo. Esta influencia se observa en tres elementos: el esfumato que usa Rafael en los rostros de los dos niños; el paisaje borroso y difuminado del fondo, que da profundidad al cuadro; y la forma triangular que jerarquiza las figuras y las trae al primer plano. Todo en el cuadro indica equilibrio y serenidad. El tema de la Virgen con el Niño es un tema frecuente en la pintura italiana, y no podía ser menos en Rafael, en el que es un asunto recurrente, pero siempre rompiendo la monotonía.El cuadro sufrió los daños de un terremoto en 1547 y quedó roto en varios fragmentos que fueron después recompuestos. Se observan todavía rasgos de este destrozo.
¡Muy buen artículo!
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