sábado, 29 de octubre de 2011

Fachada de la Universidad de Salamanca

Obra: Fachada de la Universidad de Salamanca
Autor: Anónimo
Fecha: Entre 1529-1533
Estilo: Renacimiento; plateresco
Material: Piedra de Villamayor(Salamanca)
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La fachada de la universidad de Salamanca es uno de los varios edificios que se realizan en esta ciudad en el XVI. Esta portada se coloca en un edificio gótico que ya existía. Los elementos góticos que pueden observarse en la fachada son la entrada que tiene dos arcos carpaneles (de tres centros) separados por el mainel y los contrafuertes de la fachada.

Es una fachada tipo tapiz o estandarte que tiene un desarrollo autónomo respeto al edificio gótico que comienza a partir de ella. La portada es autónoma e inconexa con el resto del edificio, como se aprecia por los lados. El tapiz o estandarte lo constituye el gran frente profusamente adornado.

Este tipo es una creación original de finales del XV en Castilla, durante el reinado de los Reyes Católicos, que se mantiene durante el XVI, como vemos en esta obra. Posiblemente tenga antecedentes islámicos en cuanto a la estructura, pero también aúna el carácter ornamental mudéjar con el del gótico final, también llamado flamígero. El afán de ornamentación se rellena ahora, sin embargo, con un repertorio de motivos ornamentales vegetales tomados del renacimiento italiano del XV, de la Lombardía y de la región de Toscana; elementos como el candelieri, grutesco, desnudo, venera, hornacina, etc. Se añaden medallones, elementos heráldicos y figuraciones animales, entre otros.

El uso de motivos heráldicos hace alusión, en este caso, al patronato regio y sirve de vehículo de expresión a un complejo programa iconográfico de carácter humanista, mediante el cual la institución universitaria trata de adaptarse a la nueva cultura del Renacimiento.

La decoración presenta un volumen que va de menor, abajo, a mayor, hacia arriba. Esta solución es utilizada para crear un efecto óptico que otorgue mayor realidad a lo observado.

El conjunto de la fachada presenta la estructura de un retablo y la decoración se ha distribuido en tres cuerpos, con cinco calles. En el cuerpo inferior hay cinco paneles correspondientes a cada calle. En el panel central hay un medallón con el busto de los Reyas Católicos con una inscripción en griego en la que se lee “Los Reyes para la Academia y ésta para los Reyes”. El cetro que sostienen los reyes y que actúa de eje central, es un símbolo relacionado con el Libro de la Sabiduría. Esta composición es un homenaje a los fundadores. Los cuatro paneles que acompañan a los Reyes, dos a cada lado, son meramente decorativos. En el segundo hay también cinco paneles. El central, sobre el de los Reyes Católicos, tiene el escudo de Carlos V con el Toisón de oro, imagen que ensalza a la monarquía regente. A la izquierda y a continuación del escudo de Carlos V, está el águila bicéfala en relación con el monarca. En el de su derecha hay otro escudo con el águila. Los paneles laterales tienen una figura femenina a la izquierda, tal vez representación de Hebe, diosa de la juventud por su corona de flores. En el panel de la derecha está representado Hércules, que junto a Hebe, simbolizan la protección de la monarquía. Encima de cada panel encontramos veneras coronándolos. En el tercer cuerpo, con el relieve más abultado, hay tres secciones de iconografía compleja. En el panel central de la izquierda está la diosa Venus con dos medallones a su lado. En uno aparece Baco coronado con una guirnalda; en el otro está Marte, amante de Venus, con una balanza y un casco debajo. Ambos medallones aparecen unidos en la parte superior por un conjunto de delfines. El panel de la derecha lo protagoniza Hércules en el recuadro, flanqueado por Fedra y su esposo Teseo, y también está coronado con delfines. Es cuerpo presenta en el centro al papa Adriano VI, como obispo, sentado en su cátedra custodiado por dos cardenales, todos situados bajo una especie de templete.

El programa iconográfico, complejo y no unánimemente aceptado, se debe observar en conjunto, pues sólo así cobra significado: la virtud y el pecado se encuentran. Los personajes pueden ser interpretados también de otra manera. Pero el mensaje principal es claro: hace una alabanza a la ciencia y a la vida activa; mientras que rechaza el vicio y la inmoralidad. Estos conceptos eran los que regían la vida académica, y aquellos que el humanismo a través de sus escuelas, quería transmitir a las siguientes generaciones.

El término plateresco es utilizado por primera vez por Ortiz de Zúñiga en 1677 al hablar del Ayuntamiento de Sevilla para referirse al tipo de decoración allí empleado por Diego de Riño. Dicho término hace relación al parecido que tiene la decoración de los relieves con la labor de filigrana realizada por los plateros. Se refiere fundamentalmente a la arquitectura.

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