miércoles, 1 de abril de 2009

Plaza de san Pedro del Vaticano

 
Obra: Plaza de San Pedro del Vaticano  
Autor: Gian Lorenzo Bernini (1598-1680)  
Fecha: 1656-1667  
Estilo: Barroco
  
En la imagen de abajo, estado en que se encontraba la que será plaza de san Pedro a finales del XVI, cuando ya está casi terminada la cúpula de la iglesia.
 
En 1603 Carlos Maderna recibe el encargo por parte del papa Paulo V hacer la fachada de la fábrica de san Pedro. 
 
 
A mediados del siglo XVII Bernini recibe del papa Alejandro VII el encargo de realizar delante de la basílica de san Pedro del Vaticano una gran explanada que sirva para acoger a una congregación de fieles que fuera a visitarle.
En realidad, Bernini hace dos dos plazas: una trapezoidal y otra elíptica. La primera plaza arranca con dos tramos en forma trapezoidal que se abren a una plaza en forma de elipse. Así corrige la desviación visual que se hubiera producido de haberlos puesto paralelos. 
La elipse es una forma querida por el barroco, porque ofrece unas pespectivas más movidas y variadas que la forma circular.
Es un ejemplo más de la glorificación del papa como jefe de un Estado. El simbolismo de la forma de la plaza es que el papa, coronado con la tiara (cúpula), acoge con sus brazos (elipses de la plaza) a los fieles. 
Además, de esta forma, se cumplía otro deseo del papa: que todos los fieles pudieran ver la balconada de la fachada principal desde la que daba la bendición a los fieles, especialmente la Urbi et orbi
 
 

Como hemos dicho, la plaza está formada por dos cuerpos bien distintos: una parte de forma trapezoidal y otro cuerpo de forma semi elíptica. La sección ovalada está cerrada por dos pórticos semicirculares con una columnata  de 284 columnas de orden toscano de 16 ms. de altura  con capiteles dóricos. Las columnas, dispuestas en cuatro filas crean 3 carriles paralelos. Por el carril central podía transitar un carro, los otros dos eran peatonales.

La plaza debería haber quedado parcialmente cerrada por un edificio que se hubiera colocado donde termina la vía de la Concilazione; de esta manera se hubiera conseguido un factor de sorpresa al entrar en la plaza tras pasar este edificio, otro efecto querido por el barroco. Así estaba recogido en los planos que se conservan de la época. 
 
Hoy ese factor de sorpresa, tan querido para el barroco, no se puede conseguir. En tiempos de Mussollini, a partir de 1936, después de los tratados de Letrán,se empezó la demolición los edificios de la "spina" del Borgo y se abrió la vía de la Conciliación.
 
 
No hay que olvidar que el urbanismo es un elemento característico del periodo barroco y la plaza es un elemento típico de urbanización de este momento. Es el tiempo de numerosas y muy interesantes plazas públicas: las del Obradorio, Vendome, Salamanca, etc.
 

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