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jueves, 18 de octubre de 2012

Planta de San Pedro de Jaca



Obra: Catedral de san Pedro (Jaca, Huesca)
Fecha: Último tercio del XI
Estilo: Románico

La fecha de construcción de la catedral de Jaca ha suscitado controversia. Debió comenzar a construirse en el último tercio del XI, tras el establecimiento del obispado en esta ciudad en 1076 o 1077, casi al mismo  tiempo que la catedral de Santiago de Compostela. En todo caso se trata de uno de los primeros edificios españoles, si no el primero, en ser levantado según los criterios plenamente desarrollados del, llamado por algunos, "segundo románico" o "románico pleno", que entra en España por influencia francesa. Así se le distingue de la arquitectura lombarda que se había desarrollado hasta entonces sobre todo en los condados catalanes.
La planta que vemos actualmente es el resultado de las sucesivas reformas, ampliaciones y destrucciones que este edificio ha sufrido. En la imagen tienes, abajo, la construcción tal como era en el siglo XII. En la parte superior está ya con las modificaciones.
A pesar de ello, la catedral conserva, en líneas generales, su estructura básica y su configuración románica. Tiene una planta basilical de forma rectangular de tres naves con cinco tramos, de las que la central es más ancha y alta que las laterales. Esto permite abrir óculos en el muro de la nave central por encima de las laterales para iluminar el interior. Tiene un transepto que no destaca en planta, pero sí en alzado (zona verde). Esta moda se repite en San Martín Frómista, en Santo Domingo de Silos, y en San Pedro de Arlanza, entre otras construcciones. A él se abrían directamente los tres ábsides semicirculares; el central era más ancho que los dos laterales. Estos ábsides tenían bóveda de medio cañón en los tramos presbiteriales y de cuarto de esfera en los ábsides.
La separación de las naves se establece mediante soportes que se alternan entre pilares compuestos y columnas exentas. El grosor moderado de los muros y la debilidad de dichos soportes indican que el edificio se ideó sin intención de abovedar las naves, por lo que tendrían techumbres de madera. En todo caso, la pérdida de protagonismo con la conquista de Huesca obligó a los constructores a simplificar el proyecto reduciendo la cubierta a una simple estructura de madera. Lo que si se abovedó en piedra con bóveda de medio cañón, además de la cabecera, fueron los brazos del transepto.
El crucero se cubrió con una cúpula semiesférica con arcos de refuerzo. El paso del cuadrado del crucero al circular de la cúpula se realiza mediante trompas que forman una figura octogonal intermedia. Aunque este tipo de bóvedas de cimborrio tiene origen armenio-bizantino, la presencia de los arcos de refuerzo hace que se la relacione con las bóvedas califales cordobesas, aunque éstas tienen la particularidad de no cruzarse en la clave como la de Jaca.
En la segunda década del siglo XVI, ante la experiencia de varios incendios, se decidió la supresión de estas cubiertas de madera y se acometió en dos fases la construcción de bóvedas góticas de crucería estrellada, que son las que hoy cubren las naves del templo. En 1598 se construyó la bóveda de la nave central y se abrieron ventanales en ella.
A los pies del templo, se disponía un pórtico abovedado de dos tramos, que cobijaba una portada monumental con un tímpano decorado con un crismón flanqueado por dos leones.
Hoy el ábside central y el ábside lateral del norte han desaparecido, debido a la reforma llevada a cabo en el siglo XVIII (en rojo, los ábsides reformados).
Cabe destacar el claustro adosado al muro norte de la catedral.
En el ábside meridional, obra excepcional que se conserva perfectamente, se localizan los elementos decorativos que resumen el lenguaje arquitectónico característico del románico jaqués, difundido después por toda la ruta jacobea: el ajedrezado (que discurre en forma de imposta) y las bolas, que están presentes en los apoyos interiores.


martes, 16 de octubre de 2012

Cluny III: planta


Obra: Abadía de Cluny III (Francia)
Fecha: Comienzos del XI
Estilo: Románico

La abadía benedictina de Cluny I, fundada en el año 909, se convirtió pronto en el mejor ejemplo de estilo de vida monástico en occidente desde finales del X. Cuando en el siglo XII se termine su construcción, será durante tres siglos el mayor edificio religioso de occidente hasta la reconstrucción de la basílica de San Pedro en Roma en 1506.
Era el más prestigioso modelo de monasterio para más de las 1.500 sedes monacales que los benedictinos llegaron a tener por toda Europa. La abadía fue saqueada y destruida en su mayor parte por una turba de revolucionarios en 1790. Sólo una pequeña parte del conjunto arquitectónico se salvó.
El rápido crecimiento de la comunidad de Cluny necesitó de edificios cada vez mayores. Las diversas construcciones de Cluny afectarán profundamente a las prácticas arquitectónicas en el occidente europeo desde el siglo X al XII.
La primera ampliación se hace a mediados del siglo X cuando se construye el llamado Cluny II. Pero pronto quedará también obsoleta la nueva iglesia abacial; por lo que se construye Cluny III.
La planta del templo, basilical, tiene forma de cruz arzobispal, es decir, una cruz latina con dos transeptos. El transepto mayor tenía tres torres: la del agua bendita en el lado sur, la torre de los Bisans sobre el lado norte y la torre del coro, la mayor de todo el edificio, coronando el crucero. Más al este, hacia la cabecera, en medio del coro, había otro pequeño transepto –todavía subsiste en parte-, llamado transepto matutino. Estaba marcado por una torre, de no clara función, llamada de las lámparas, que consistía en un tambor octogonal sin aberturas, rematado por una aguja. Las cuatro cúpulas se montaban sobre trompas. Todos los pilares que separan las naves don de sección cruciforme. La nave principal estaba flanqueada por dos naves laterales a cada lado. Así pues, contaba, en conjunto, con cinco naves, amplia cabecera con girola y cinco capillas radiales, más otras diez en los transeptos, seis campanarios.
A los pies estaba una galilea o pórtico de tres naves flanqueada por dos grandes torres. La nave mayor se cubría con bóveda de cañón con arcos fajones. Las naves laterales, más bajas, se remataban con bóveda de arista.
El material utilizado para la construcción es piedra de sillería. Ante un edificio de tales dimensiones, hacía falta algún refuerzo estructural para los contrafuertes, que se resuelven mediante una especie de arcos que serán predecesores de los arbotantes típicos del gótico.
La aportación de Cluny a la formación y difusión de la arquitectura románica es decisiva. Los equipos de canteros salidos de allí seguían idénticas técnicas constructivas.
Los monjes cluniacenses, llamados de hábito negro, promovieron las rutas de peregrinación; y junto con la fundación de monasterios para dirigir la repoblación y roturación de nuevas tierras, contribuyeron a la difusión del románico. Pero con el paso del tiempo, los monasterios benedictinos se convirtieron en auténticos centros de poder y riqueza. Los ideales austeridad, oración y trabajo apenas serán reconocibles.
En el siglo XII una nueva reforma, la reforma cisterciense ("los monjes blancos") de la mano de Bernardo de Claraval, buscará de nuevo llevar al monacato a la austeridad evangélica y al estricto seguimiento de la regla benedictina sintetizada en el lema ora et labora.

jueves, 27 de octubre de 2011

Colegiata de santa Juliana



Obra: Colegiata de santa Juliana (Santillana del Mar. Cantabria)
Fecha: Entre la segunda mitad de XI y la primera mitad del XII
Estilo: Románico
Material: Piedra

El esquema constructivo presenta una iglesia de planta basilical orientada hacia el este con tres naves y transepto. Los brazos de este no sobresalen de los muros laterales por lo que no se aprecian desde el exterior, pero sí en la vista aérea. La nave central es de mayor anchura que las laterales e igual a la del transepto. De esta manera, el crucero presenta planta cuadrada.
Tiene tres ábsides semicirculares escalonados que se abren directamente al crucero. 
Posee un cimborrio cuadrado sobre el crucero con dos niveles que tienen en su nivel inferior ventanales y óculos alternando en sus caras. En el nivel superior hay galería de arquillos pareados decorados de columnillas y capiteles.
Una pequeña torre cilíndrica completa la parte de la basílica. A los pies de la nave principal se levantó una torre campanario de planta cuadrada que al exterior es de similar aspecto que la que se yergue sobre el crucero, dando una imagen de simetría a quien observa la iglesia desde la fachada meridional. Es un añadido posterior que posiblemente anuló la puerta oeste del templo, posiblemente con muy buena decoración, a juzgar por el pantocrátor y otros restos que se encuentran hoy en el lugar.
Se completa el conjunto con el claustro adosado, único en Cantabria, en el lado norte del siglo XII y comienzos del XIII. El ala este es del siglo XVI y no sigue ya las directrices románicas.
En sus orígenes constituyó un monasterio benedictino. A partir del siglo XI se instaló una comunidad de canónigos de san Agustín y pasó a ser colegiata. Fue un momento de crecimiento apoyado en la ayuda de la nobleza, pasando a ser el templo más importante de Cantabria. 
Este monasterio de Santillana del Mar tuvo su origen, posiblemente, en los primeros años de la repoblación o a lo largo del siglo IX. Las semejanzas de esta construcción con las de san Isidoro de León o de san Martín de Frómista hacen pensar que se habría construido entre mediados del siglo XI y la mitad del XII. Tal vez fuera en tiempos de Fernando I, primer rey de Castilla, que concede en 1045 un fuero a la abadía. Lo más interesante de esta construcción es el capítulo escultórico que se encuentra en el claustro.
Con diversas reformas y añadidos, se ha mantenido bastante bien hasta nuestros días. La fachada sur de la colegiata sufrió reformas en los siglos XVII y XVIII que enmascaran su original aspecto. Una galería de quince arquillos se superpuso a la nave sur; también se colocó un frontón renacentista que corona el cuerpo avanzado que contiene la portada. La sacristía oculta buena parte del brazo sur del crucero. A pesar de todo, el equilibro entre formas y estilo hace que no sea difícil hacerse una idea de cómo fue este templo en sus orígenes.

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Obra: Colexiata de santa Xuliana (Santillana do Mar - Cantabria)
Data: Entre a segunda metade de XI e a primeira metade do XII
Estilo: Románico
Material: Pedra

O esquema construtivo presenta unha igrexa de planta basilical orientada cara ao leste con tres naves e transepto. Os brazos deste non sobresaen dos muros laterais polo que non se aprecian desde o exterior, pero si na vista aérea. A nave central é de maior anchura que as laterais e igual á do transepto. Deste xeito, o cruceiro presenta planta cadrada.
Ten tres ábsidas semicirculares graduadas que se abren directamente ao cruceiro. Posúe un ciborio cadrado sobre o cruceiro con dous niveis que teñen no seu nivel inferior ventás e “óculos” alternando nas súas caras. No nivel superior hai galería de arquiños por pares decorados de columniñas e capiteis.
Unha pequena torre cilíndrica completa a parte da basílica. Aos pés da nave principal levantouse unha torre campanario de planta cadrada que ao exterior é de similar aspecto que a que se ergue sobre o cruceiro, dando unha imaxe de simetría a quen observa a igrexa desde a fachada meridional. É un engadido posterior que posiblemente anulou a porta oeste do templo, posiblemente con moi boa decoración, a xulgar polo pantocrátor e outros restos que se atopan hoxe no lugar.
 Complétase o conxunto co claustro encostado, un claustro único en Cantabria, no lado norte, do século XII e comezos do XIII. A ala este é do século XVI e non segue xa as directrices románicas
 Nas súas orixes constituíu un mosteiro bieito. A partir do século XI instalouse unha comunidade de cóengos de santo Agostiño e pasou a ser colexiata. Foi un momento de crecemento apoiado na axuda da nobreza, pasando a ser o templo máis importante de Cantabria. Este mosteiro de Santillana do Mar tivo a súa orixe, posiblemente, nos primeiros anos da repoboación ou ao longo do século IX. As semellanzas desta construción coas de santo Isidoro de León ou de san Martiño de Frómista fan pensar que se construíu entre mediados do século XI e a metade do XII. Talvez fora en tempos de Fernando I, primeiro rei de Castela, que concede en 1045 un foro á abadía. O máis interesante desta construción é o capítulo escultórico que se atopa no claustro.
 Con diversas reformas e engadidos, mantívose bastante ben ata os nosos días. A fachada sur da colexiata sufriu reformas nos séculos XVII e XVIII que enmascaran o seu orixinal aspecto. Unha galería de quince arquiños superpúxose á nave sur; tamén se colocou un frontón renacentista que coroa o corpo avanzado que contén a portada. A sancristía oculta boa parte do brazo sur do cruceiro. Malia todo, o equilibro entre formas e estilo fai que non sexa difícil facerse unha idea de como foi este templo nas súas orixes.