Obra:
Catedral de san Pedro (Jaca, Huesca)
Fecha:
Último tercio del XI
Estilo:
Románico
La fecha de construcción
de la catedral de Jaca ha suscitado controversia. Debió comenzar a construirse
en el último tercio del XI, tras el establecimiento del obispado en esta ciudad
en 1076 o 1077, casi al mismo tiempo que la catedral de Santiago
de Compostela. En todo caso se trata de uno de los primeros edificios españoles,
si no el primero, en ser levantado según los criterios plenamente desarrollados
del, llamado por algunos, "segundo románico" o "románico pleno", que entra en
España por influencia francesa. Así se le distingue de la arquitectura lombarda
que se había desarrollado hasta entonces sobre todo en los condados catalanes.
La
planta que vemos actualmente es el resultado de las sucesivas reformas, ampliaciones y destrucciones que este edificio
ha sufrido. En la imagen tienes, abajo, la construcción tal como era en el
siglo XII. En la parte superior está ya con las modificaciones.
A
pesar de ello, la catedral conserva, en líneas generales, su estructura básica
y su configuración románica. Tiene una planta
basilical de forma rectangular de tres
naves con cinco tramos, de las que la central es más ancha y alta que las
laterales. Esto permite abrir óculos en el muro de la nave central por encima
de las laterales para iluminar el interior. Tiene un transepto que no destaca en planta, pero sí en alzado (zona verde).
Esta moda se repite en San
Martín Frómista, en Santo Domingo de Silos, y en San Pedro de Arlanza, entre
otras construcciones. A
él se abrían directamente los tres
ábsides semicirculares; el central era más ancho que los dos laterales. Estos ábsides tenían bóveda
de medio cañón en los tramos presbiteriales y de cuarto de esfera en los ábsides.
La separación de las naves se establece mediante soportes que se alternan
entre pilares compuestos y columnas exentas. El grosor moderado de
los muros y la debilidad de dichos soportes indican que el edificio se ideó sin
intención de abovedar las naves, por lo que tendrían techumbres de madera. En
todo caso, la
pérdida de protagonismo con la conquista de Huesca obligó a los constructores a
simplificar el proyecto reduciendo la cubierta a una simple estructura de
madera. Lo que si se abovedó en piedra con bóveda de
medio cañón, además de la cabecera, fueron los brazos del transepto.
El crucero se cubrió con
una cúpula semiesférica con arcos de
refuerzo. El paso del cuadrado del crucero al circular de la cúpula se realiza
mediante trompas que forman una figura octogonal intermedia. Aunque este tipo
de bóvedas de cimborrio tiene origen armenio-bizantino, la presencia de los
arcos de refuerzo hace que se la relacione con las bóvedas califales
cordobesas, aunque éstas tienen la particularidad de no cruzarse en la clave
como la de Jaca.
En
la segunda década del siglo XVI, ante la experiencia
de varios incendios, se decidió la supresión de estas cubiertas de madera y se
acometió en dos fases la construcción de bóvedas góticas de crucería
estrellada, que son las que hoy cubren las naves del templo. En 1598 se
construyó la bóveda de la nave central y se abrieron ventanales en ella.
A
los pies del templo, se disponía un pórtico abovedado de dos tramos, que
cobijaba una portada monumental con un tímpano decorado con un crismón
flanqueado por dos leones.
Hoy
el ábside central y el ábside lateral del norte han desaparecido, debido a la
reforma llevada a cabo en el siglo XVIII (en rojo, los ábsides reformados).
Cabe
destacar el claustro adosado al muro norte de la catedral.
En el ábside meridional, obra
excepcional que se conserva perfectamente, se localizan los elementos decorativos que
resumen el lenguaje arquitectónico característico del románico jaqués,
difundido después por toda la ruta jacobea: el ajedrezado (que discurre en
forma de imposta) y las bolas, que están presentes en los apoyos interiores.
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