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miércoles, 5 de octubre de 2022

Panteón de Roma: exterior

 

Obra: El Panteón
Estilo: Romano, periodo imperial
Fecha: Siglo II d.C.; entre el 128-125
 
El Panteón original fue construido en el 27 a. C. por Agripa (Marco Vipsanio Agripa), importante militar y político romano. En el 110 d.C., un incendio arrasó Roma y dañó gravemente el monumento. Se inició su reconstrucción en tiempos de Trajano. Y, hacia el 120 d.C., el emperador Adriano decidió reconstruir la estructura y le dio el característico diseño circular.
El Panteón es de estructura romana, pero con un toque griego. El edificio combina el frente de estilo griego con la gran cúpula, importante aportación romana. En el friso del entablamento la inscripción pone "M.AGRIPPA.L.F.COS.TERTIVM.FECIT", que significa "Marco Agrippa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, lo construyó". Las letras de bronce de la inscripción se agregaron durante la reconstrucción de Adriano.
El pórtico de entrada es tan grande que se convierte en un pronaos propio de un templo clásico rectangular greco-romano. La cella, sin embargo, es una amplia rotonda circular, más propia de un tholos griego.
Es octástilo (ocho columnas en la fachada); además tiene cuatro columnas en los lados laterales. Se accede a su interior subiendo cinco escalones. Dado el carácter de este pronaos, podemos suponer que sus elementos sustentantes serán los característicos: sobre las columnas se levantaría el elemento sustentado con entablamento (arquitrabe, friso y cornisa) así como el frontón con su tímpano correspondiente. El tejado del pórtico es a dos aguas. Para unir estas dos partes se coloca una estructura prismática intermedia a modo de machón que sirve de elemento de unión.
La cúpula es un hito constructivo, tanto por sus dimensiones como por su peso. Es la mayor construida hasta entonces. Se asienta sobre un grueso anillo mural realizado en hormigón (cal, cascotes y fragmentos de ladrillo con agua). Por el exterior este muro parece un cilindro homogéneo, pero su estructura tiene enormes pilones y entre ellos unos arcos de medio punto de descarga empotrados en el muro, que transmiten el peso de la cúpula precisamente a los pilones, auténticos soportes de aquella. Este sistema explica la ausencia de contrafuertes exteriores. Y también explica que se pudieran abrir en el muro interior, las siete exedras (capillas), más la puerta de acceso entre los pilones. 
La cúpula propiamente dicha, para reducir su peso consta de dos paredes rellenas de materiales de menos peso, como escoria volcánica, cerámica y ladrillos grandes colocados en líneas concéntricas para una mejor trabazón. Otro medio parar reducir su peso fue disminuir su grosor en altura, de tal forma que en su parte inferior mide 6 metros y en el nivel del óculo sólo tiene 1,5 metros de espesor.
 

viernes, 17 de agosto de 2012

Arco de Constantino


Obra: Arco de Constantino
Fecha: Comienzos del siglo IV
Estilo: Romano, época imperial
Material: Mármol

El arco de triunfo de Constantino es el más moderno de los alzados en la Roma Antigua y el mejor conservado. Su modelo es el arco de Septimio Severo, pero con una decoración más abundante. Está montado sobre un alto podio o basamento, sobre el que se alza el muro, principal elemento sustentante, en el que se abren tres vanos. Adosadas a él se levantan unas columnas corintias usadas como elemento decorativo, ya que no sostienen más que a las estatuas que se encuentra por encima de ellas. Los tres vanos, el central más ancho que los laterales, que son iguales, están formados por arcos de medio punto.
Como novedad romana, que ya se usaba en el arco más antiguo conservado, el del emperador Tito, en el arco de triunfo se une el sistema de arco, de fuerzas laterales, inspirado en obras etruscas, y el sistema adintelado, de fuerzas verticales, de inspiración griega. En el fondo, esto es una contradicción, pues cada uno presenta fuerzas de distinto signo. Sin embargo, el romano, con su originalidad, supo sacar de esta forma gran partido; basta ver cómo se aplicó este esquema de arco de triunfo en la fachada del Coliseo, por ejemplo. 
En las enjutas, espacios comprendidos entre el arco central, el dintel y la columna o el muro, están esculpidas unas Victorias que llevan estandartes y se lanzan hacia la piedra clave.
Sobre el clásico entablamento, formado por arquitrabe, friso y cornisa, se alza un ático con la inscripción de la dedicatoria. Y en ella se lee la tradicional ofrenda del Senado y el pueblo romano que dedican este arco a Constantino. Sin embargo, hay una frase en la dedicatoria que es original, y que ha dado pie a diversas interpretaciones. La frase dice así: "…porque él, inspirado por la divinidad...". Hay quienes la han interpretado como la constatación de un cambio en las creencias de Constantino, que apoyó a la Iglesia cristiana. Pero también puede leerse como un intento de contentar a todos los que leyeran la inscripción, al ser ambigua y aceptable para paganos y cristianos.
 
 
Se trata de un arco complicado, por el tamaño y la cantidad de esculturas y relieves que lo adornan. Sin embargo, este arco se construyó a base del expolio de arcos y otros monumentos anteriores.
En el ático, en la parte que vemos, están las estatuas de ocho prisioneros dacios  sobre pedestales que fueron traídas del Foro de Trajano (98-117 d.C.). En el mismo lugar hay unos relieves de tiempos de Marco Aurelio (161-180 d.C.) que conmemoraban las guerras contra marcómanos y sámatas con el emperador arengando a las tropas y recibiendo embajadas.
 
De tiempos de Adriano (117-138 d.C.)se aprovecharon ocho medallones (vemos cuatro), de dos metros de diámetro, con escenas de caza y de sacrificio. 
 

La decoración de la época de Constantino, aparte las basas sobre las que se apoya el edificio, son los frisos que están inmediatamente encima de los arcos en los que se narra la victoria del puente Milvio, con el emperador Constantino como protagonista, y los frisos de los lados laterales del arco, y que no suelen aparecer en las fotos. 
 
¿Por qué se hizo esto? Se han dado muchas explicaciones. Hay quienes creen que fue porque la creatividad y la habilidad técnica habían decaído en este período; otros piensan que quizás se debió al deseo de Constantino de asociarse con los buenos emperadores anteriores, Trajano, Adriano y Marco Aurelio. Tal vez hubo prisa para edificarlo, lo que no permitió encargar los relieves, o quizás era costumbre desmantelar estos edificios conmemorativos. En todo caso, esto hace que, al ser las estatuas y relieves de épocas distintas, nos permita observar en este arco la evolución de la escultura romana.
Los arcos de triunfo y las columnas monumentales son las dos construcciones más características de la arquitectura conmemorativa romana. Esta construcción responde a una tradición antigua, cuando el Senado romano los erigía para celebrar los triunfos militares y las victorias de sus generales más famosos. La mayoría eran de carácter provisional y servían para potenciar escenográficamente a su paso el desfile de las tropas victoriosas. Posteriormente tomarán un carácter conmemorativo, por lo que se construirán con intención de perdurabilidad, y por tanto con materiales nobles como el mármol o la piedra.
El Arco de Constantino fue erigido en el año 315 en conmemoración de la victoria de Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio sobre el emperador Majencio.

 

martes, 14 de agosto de 2012

Basílica de Majencio

Obra: Basílica de Majencio o de Majencio y Constantino
Fecha: Comienzos del siglo IV
Estilo: Romano, época imperial
Material: Mármol

La basílica romana solía ser una gran sala rectangular de una o más naves, siempre en número impar. Cuando había varias naves, la central era más ancha y alta que las otras. Al ser más alta, se abrían vanos en ella para iluminar el interior del recinto. En uno de sus lados cortos se encontraba una exedra o ábside para la presidencia; se entraba al recinto por el lado opuesto. Su uso era muy variado. Podía servir para mercado, transacciones financieras y, más ordinariamente, para administrar la justicia. En concreto esta estaba dedicada inicialmente a tribunal de justicia.
Será el emperador Majencio quien patrocina esta colosal construcción, si bien Constantino después de la batalla de Puente Milvio y de su acceso al poder, introducirá algunos cambios de importancia.
La basílica era de tres naves y tenía la estructura que hemos comentado antes. La cubrición de esta construcción es de lo más interesante. La nave central, formada por tres tramos, estaba cubierta con una bóveda de arista (dos bóvedas de cañón que se cruzan) en cada tramo, que repartían el peso puntualmente a sendos contrafuertes. El espacio entre estos gruesos contrafuertes se aprovechó para cubrirlos con bóvedas de cañón, que van en sentido transversal a la nave central. Estos espacios constituían las naves laterales. Gigantescas columnas estriadas de mármol simulaban soportar el peso de las bóvedas centrales. 
 
 
Pero el principal elemento sustentante era el muro, por lo que las columnas tenían, y no era raro en el arte romano, una función meramente decorativa, no de sostén. 
 

Los gruesos muros que hacían de contrafuertes permitieron abrir en ellos puertas para pasar por las naves laterales mientras en la nave central se estaban celebrando juicios o reuniones. Se evitaba así el colapso funcional del edificio.
La decoración del edifico se realizaba con las columnas y con los casetones con que se adornaban las bóvedas de cañón. Este artesonado tenía una doble función, técnica, menos peso de la bóveda y más económica, y estética, pues era más decorativo. 
 
El exterior y el interior presentaban un contraste acentuado. El interior era de un lujo desbordante, destacando la grandiosidad de las bóvedas con su altura (35 ms) y los casetones que la adornaban. El revestimiento era muy lujoso, a base de placas de mármol y estuco. Además, la luz que entraba por amplios ventanales y que iluminaba todo el interior, acentuaba aún más la sensación de amplitud. Fue novedad el uso del ladrillo cara vista, monocromo y austero; pues si es de buena fábrica, no necesitaba del revestimiento del mármol ni del estuco pintado
La derrota de Majencio en el Puente Milvio puso la basílica al servicio del vencedor, Constantino, y se introdujeron algunos cambios. Se construyó, en el lado norte, un nuevo ábside en la estancia central, y en el lado sur una puerta precedida de un pórtico de seis columnas de pórfido, material predilecto de la época. El ábside primitivo fue destinado entonces a la colosal estatua de mármol y bronce dorado de Constantino, y la mesa del tribunal de justicia pasó al ábside acabado de construir.
El origen de esta basílica tiene un motivo claramente propagandístico. Majencio la concibió como sala de recepción imperial y no solo como tribunal de justicia. La intervención de Constantino sobre el mismo edificio tras su victoria no es sino reflejo de querer imponer su poder también en este aspecto, reflejo de lo cual fue su imponente estatua.
El éxito de este modelo hizo que su estructura se convirtiera en referencia para las iglesias paleocristianas, sobre todo en lo que se refiere a su orientación longitudinal con pórtico de entrada, nave principal y ábside en la cabecera.
En la actualidad solo se conserva una parte de la Basílica de Majencio, concretamente una de las naves laterales, la del ala norte, que conserva sus tres tramos cubiertos con bóvedas de cañón transversales y el ábside abierto por Constantino, sobresaliendo en lo alto restos de los grandes contrafuertes de apoyo.
 
 
 

lunes, 9 de julio de 2012

Termas de Caracalla


Obra: Termas de Caracalla
Fecha:
212 a 217
Estilo:
Romano, periodo imperial
Material:
Hormigón, ladrillo, recubiertos de mármol

Las termas romanas son recintos públicos destinados a baños propios de la cultura romana. Pero pronto, hacia los siglo II y I a.C.,  las termas no sólo servían ya como baños públicos para la limpieza, sino que fueron lugares ideales para la conversación relajada, el recreo y la relación social, con todo lo que ello significaba.
Las termas mayores tenían en su interior una serie de instalaciones complejas: salas para ejercicios gimnásticos, salas de vapor y de masajes; piscinas, etc., y acabaron por ampliar sus instalaciones con salas de juego, bibliotecas, salas de conferencias, etc. A estos lugares acudía la gente que no podía permitirse tener un baño en su casa, como los plebeyos o los esclavos. Las termas públicas romanas respondían a una función social y política. Se cuidaba el ambiente con una delicada decoración en donde no se escatimaban medios, llenando las estancias de maravillosos fresco, mosaicos y estatuas.
La gran novedad hacia el año 100 a.C. fue el calentamiento del subsuelo e incluso de las paredes, pues ya no bastaba con calentar el agua de las bañeras o de una piscina. Había que proporcionar a la multitud un espacio cerrado donde hiciera calor. Para mejorar la difusión del calor, se construyó el sistema del hipocaustum, consistente en un doble suelo por el que discurría el aire caliente. El calor se llevaba por canalizaciones situadas debajo del edificio, cuyas baldosas se sustentaban sobre pilas de ladrillos. En las termas, para obtener un calor más intenso, se integraban además en los muros tubos de barro cocido, que daban salida al humo de los hornos y  al aire caliente que circulaba en el hipocausto. Dependiendo del grado de calor de estas, se separaban en grados de vapor.
Las termas albergaban en su interior diferentes estancias. El tepidarium era el cuarto de baño tibio y, probablemente, el lugar donde primero se agrupaban los bañistas antes de pasar a otras salas. Había salas para baños calientes (caldarium), para baños fríos (frigidarium), para sudar con temperaturas elevadas (sudatorium), salas de masajes. Abastecer de agua fue un problema fácilmente resuelto. Para calentar el agua se usaron unos hornos, interior uno y exterior el otro, que avivaban los esclavos. En función de la habitación a la que estuviera destinada, las aguas se calentaban a una temperatura o a otra.
 
 
Las Termas de Caracalla fueron el complejo de baños más lujoso de toda Roma. Su tamaño sólo fue superado por las Termas de Diocleciano. Hoy sólo se conservan las grandes ruinas que nos dan idea del monumental tamaño de la construcción. Estas instalaciones tenían un aforo para  mil seiscientos usuarios. 
 
 
El edificio fue construido en cinco años, lo que supone un logro de la ingeniería romana, considerando el tiempo que tardaron y la enormidad del complejo. Las termas contaban con un gran recinto, de más de 400 metros de anchura entre los ábsides, y una estructura central en donde se encontraban las termas, propiamente dichas. A su alrededor había un amplio jardín.
Y poco a poco se pasó del edificio funcional a un palacio de ensueño, donde las esculturas, los mosaicos, la decoración con pinturas y las arquitecturas suntuosas ofrecían a todos el esplendor de una mansión regia.
Estas termas permanecieron en uso más de trescientos años, y fueron abandonadas definitivamente hacia el año 537, cuando los bárbaros destruyeron los acueductos que las alimentaban para tomar la ciudad.

viernes, 4 de julio de 2008

Panteón de Roma: interior


Obra: El Panteón
Estilo: Romano, periodo imperial
Fecha: Siglo II d.C.; entre el 128-125
 
El Panteón fue en origen un templo consagrado a las siete divinidades celestes de la mitología romana: el Sol, la Luna, y los cinco planetas (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno). Cada uno de ellos tenía asignado una de las siete capillas del interior. Además, la propia sala circular era una esfera perfecta, representación de la concepción cosmogónica de Platón. Para este filósofo griego el círculo es la forma perfecta que no tiene principio ni fin, y por tanto, el símbolo del universo y de la divinidad.

El edificio estaba concebido para unir al hombre con la divinidad (el óculo central de la cúpula comunica el mundo terrenal con el cielo), pero sobre todo con el emperador, proclamado dios a los ojos del pueblo. A la función religiosa hay que añadir también la política; su magnificencia se convertía en un testimonio del poder y la gloria de Roma.
Ya hubo en este lugar un templo en tiempos de Agripa para colocar en él los diferentes dioses que había en Roma. Tras varias vicisitudes, el templo fue reconstruido completamente en tiempos de Adriano. Por las marcas encontradas en los ladrillos se sabe que fue construido entre el 123 y 125 d.C. El proyecto se atribuye a Apolodoro de Damasco, arquitecto oficial de Trajano. El que lo hizo supo aunar con brillantez la tradición helenística y las concepciones típicamente romanas.
En el siglo VII se convirtió en iglesia dedicada a Santa María ad Martyres transformando en altares los nichos laterales. 

En el interior nos encontramos un cuerpo cilíndrico formado por una serie de columnas y pilastras corintias que soportan un entablamento roto por el gran ábside semicircular integrado en el tambor y situado frente a la entrada principal. Entre las columnas y pilastras hay nichos y hornacinas separadas por cuerpos macizos delante de los cuales aparecen altares con imágenes.
El cuerpo superior del tambor ofrece alternativamente macizos cuadrados y vanos rectangulares remarcados por una nueva alternancia: frontones triangulares sobre los rectángulos y rectángulos sobre los cuadrados.


La cúpula está decorada con casetones de tamaño escalonado que disminuyen sus proporciones a medida que se acercan al óculus, orificio circular de 8,92 m. de diámetro y la única fuente de luz a una altura de 43,5 m. Para aliviar el peso de la cúpula se utilizó el hormigón mezclado con materiales ligeros como cascotes de tufo (piedra volcánica, porosa, de poco peso) y escoria volcánica. Los casetones unían la función técnica a la decorativa
Para reforzar su estructura se utilizaron capas horizontales de ladrillos a modo de anillos concéntricos y dieciséis nervios que, bajo el artesonado, unen el anillo del óculus con los arcos de descarga del tambor. 
La perfección y la monumentalidad de esta obra, como todas construidas en tiempos de Adriano, son un reflejo de la estabilidad y prosperidad de su mandato.

La planta del templo presenta un esquema innovador dentro de las construcciones de tipo religioso romano.
El pórtico de entrada es tan grande que se convierte en un pronaos propio de un templo clásico rectangular greco-romano. La cella, sin embargo, es una amplia rotonda circular, más propia de un tholos griego.
Es octástilo (ocho columnas en la fachada); además tiene cuatro columnas en los lados laterales. Se accede a su interior subiendo cinco escalones. Dado el carácter de este pronaos, podemos suponer que sus elementos sustentantes serán los característicos: sobre las columnas se levantaría el elemento sustentado con entablamento (arquitrabe, friso y cornisa) así como el frontón con su tímpano correspondiente. El tejado del pórtico es a dos aguas. Para unir estas dos partes se coloca una estructura prismática intermedia a modo de machón que sirve de elemento de unión.
La cúpula es un hito constructivo, tanto por sus dimensiones como por su peso. Es la mayor construida hasta entonces. Se asienta sobre un grueso anillo mural realizado en hormigón (cal, cascotes y fragmentos de ladrillo con agua). Por el exterior este muro parece un cilindro homogéneo, pero su estructura tiene enormes pilones y entre ellos unos arcos de descarga, que transmiten el peso de la cúpula precisamente a los pilones, auténticos soportes de aquella. Este sistema explica la ausencia de contrafuertes exteriores. Y también explica que se pudieran abrir en el muro interior, las siete exedras (capillas), más la puerta de acceso entre los pilones. 
La cúpula propiamente dicha, para reducir su peso consta de dos paredes rellenas de materiales de menos peso, como escoria volcánica, cerámica y ladrillos grandes colocados en líneas concéntricas para una mejor trabazón. Otro medio parar reducir su peso fue disminuir su grosor en altura, de tal forma que en su parte inferior mide 6 metros y en el nivel del óculo sólo tiene 1,5 metros de espesor. 
 
Para construir semejante cúpula hubo que cimbrarla a partir de la última cornisa antes del arranque de la semiesfera. Se usaron hormigones cada vez más ligeros según se aproximaban al óculo. El hormigón del nivel superior tenía como árido piedra pómez, muy ligera y resistente. De otro modo, la cúpula no habría soportado su propio peso.
El modelo de espacio circular cubierto por una bóveda se había utilizado por la misma época en las grandes salas termales, pero era una novedad usarlo en un templo. El efecto de sorpresa al cruzar el umbral de la puerta debió ser notable.
 
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O Panteón foi en orixe un templo consagrado ás sete divindades celestes da mitoloxía romana: o Sol, a Lúa, e os cinco planetas (Mercurio, Venus, Marte, Xúpiter e Saturno). Cada un deles tiña asignado unha das sete capelas do interior. Ademais, a propia sala circular era unha esfera perfecta, representación da concepción cosmogónica de Platón. Para este filósofo clásico o círculo é a forma perfecta que non ten principio nin fin e xa que logo, o símbolo do universo.
 O edificio estaba concibido para unir ao home coa divindade (o óculo central da cúpula comunica o mundo terreal co ceo), pero, sobre todo, co emperador, que era proclamado un deus aos ollos do pobo. Pero á función relixiosa hai que engadir, tamén, a política; a súa magnificencia convertíase nun testemuño do poder e a gloria de Roma.
No século VII foi convertido en igrexa dedicada a Santa María ad Martyres transformando en altares os nichos laterais. 
No interior atopámonos un corpo cilíndrico formado por unha serie de columnas e pilastras corintias que soportan un entaboamento roto pola gran ábsida semicircular integrado no tambor e situado fronte á entrada principal. Entre as columnas e pilastras hai nichos e fornelos separados por corpos macizos diante dos cales aparecen altares con imaxes. 
O corpo superior do tambor ofrece alternativamente macizos cadrados e vans rectangulares remarcados por unha nova alternancia: frontóns triangulares sobre os rectángulos e rectángulos sobre os cadrados. 
A cúpula está decorada con casetóns de tamaño graduado diminuíndo as súas proporcións a medida que se achegan ao óculo, un orificio circular de 8,92 m. de diámetro que é a única fonte de luz a unha altura de 43,5 m. Para aliviar o peso da cúpula utilizouse o formigón mesturado con materiais lixeiros como cascotes de tufo (pedra volcánica, porosa, de pouco peso) leve  e escoura volcánica ademais dos casetóns que unían así unha función técnica á sinxelamente decorativa
Para reforzar a súa estrutura utilizáronse capas horizontais de ladrillos a modo de aneis concéntricos e dezaseis nervios que, baixo o artesoado, unen o anel do óculo cos arcos de descarga do tambor. 
A perfección e a monumentalidade desta obra, como todas construídas por Adriano, son un reflexo da estabilidade e prosperidade do seu mandato. A sección do Panteón é un círculo inscrito nun cadrado. O círculo simboliza a harmonía, a perfección, a actividade do ceo.
 
 
A planta deste templo presenta un esquema innovador dentro das construcións de tipo relixioso romano.
 O pórtico de entrada é tan grande que se converte nun pronaos propio dun templo clásico rectangular greco-romano. A cella, con todo, é unha ampla rotonda circular, máis propia dun tholos grego.
É octástilo, pois presenta oito columnas na fachada; ademais ten catro columnas nos lados laterais. Accédese ao seu interior subindo cinco chanzos. Dado o carácter deste pronaos, podemos supor que os seus elementos sustentantes serán os característicos: sobre as columnas levantaríase o elemento sustentado con entaboamento (arquitrabe, friso e cornixa) así como o frontón co seu tímpano correspondente. O tellado sería a dúas augas. Na unión destas dúas partes atópase unha estrutura prismática intermedia a modo de machóns que serve de elemento de unión entre ambas as estruturas. 
A cúpula é un fito construtivo, tanto polas súas dimensións (o seu diámetro é de 43,44 metros) como polo seu peso. É a máis grande construída ata entón. Aséntase sobre un groso anel mural realizado en formigón (cal, cascotes e fragmentos de ladrillo con auga). Aínda que polo exterior este muro parece un cilindro homoxéneo, a súa estrutura consta de enormes piares e entre eles atopamos arcos de descarga, que serven para transmitir o peso da cúpula precisamente aos piares, auténticos soportes daquela. Este sistema explica a ausencia de contrafortes exteriores. Pero tamén explica que se permitisen a licenza de abrir no muro, cara ao interior, as sete exedras (capelas), máis a porta de acceso entre os piares. 
A cúpula propiamente dita, para reducir o seu peso consta de dúas paredes recheas de materiais de menos peso, como escoura volcánica, cerámica e ladrillos grandes colocados en liñas concéntricas para unha mellor ligazón. Outro medio para reducir o seu peso foi diminuír o seu grosor en altura, de tal forma que na súa parte inferior mide 6 metros e no nivel do óculo só ten 1,5 metros de espesor. 
O modelo de espazo circular cuberto por unha bóveda utilizouse pola mesma época nas grandes salas termais, pero era unha novidade usalo nun templo. O efecto de sorpresa ao cruzar o limiar da porta debía ser notable.
Aínda que houbo neste lugar un templo de tempos de Agripa no que se debían colocar os diferentes deuses que había en Roma, tras varias vicisitudes, o templo foi reconstruído completamente en tempos de Adriano. Polas marcas atopadas nos ladrillos sábese que foi construído entre o 123 e 125 d.C. O proxecto adóitase atribuír a Apolodoro de Damasco, o arquitecto oficial de Traxano, aínda que non se sabe con seguridade. Este artista, ou o que o fixese, soubo axuntar con brillantez a tradición helenística e as concepcións tipicamente romanas.