Obra: San Pedro de la Nave (El Campillo - Zamora)
Estilo: Prerrománico; periodo visigodo
Fecha: Siglo VII, finales
Material: Piedra de sillería y ladrillo
San Pedro de la Nave es una iglesia visigótica construida a finales del siglo VII, y es, por tanto, una de las últimas obras realizadas antes de la llegada de los árabes a España. En esta obra se debe valorar tanto la arquitectura del edificio como la decoración escultórica de su interior.
La estructura del templo responde a una mezcla de planta de cruz griega con la planta de tipo basilical a partir del crucero. Tiene un ábside cuadrado en la cabecera. En el exterior se observan las tres naves de una iglesia de tipo basilical; la central más alta y ancha que las laterales.
En el interior hay dos estancias, a derecha e izquierda del presbiterio; tal vez unas capillas para eremitas. Estas cámaras son el ejemplo más claro de las ergastulae o celdas para monjes reclusos, que se citan en muchos textos.
Este edificio religioso está levantado con piedra de sillería perfectamente escuadrada y ajustada, y realizada “a hueso”, es decir, sin utilizar argamasa. También presenta partes trabajadas con ladrillo.
Hay que señalar también como partes importantes del edificio el cimborrio, que se encuentra en el crucero, y los modillones que sostienen los aleros del tejado.
La inseguridad de los constructores para abrir ventanales grandes hace que estos edificios tengan unos vanos o ventanas de reducido tamaño, lo que da un interior oscuro pero apropiado para la oración.
No había necesidad alguna de aligerar los muros, pues estos debían ser necesariamente gruesos y consistentes para soportar el enorme peso de las bóvedas. La falta de contrafuertes afectó a la mala conservación de las bóvedas y supuso el desplome de parte del edificio, por lo que hubo de ser restaurado.
Se emplea al arco de herradura visigodo de un tercio de radio de peralte; este arco se observa mucho mejor el interior del templo.
Finalmente, tanto por el diseño de su estructura y por la integración entre un perfecto estudio de volúmenes interiores y exteriores, y por su excepcional decoración escultórica, es el monumento más interesante que nos ha llegado del periodo visigodo y uno de los mejores del arte español altomedieval.
Datos precisos sobre este tipo de construcción se obtienen a través de la autobiografía de san Valerio, un ermitaño español del siglo VII de la zona del Bierzo.
El edificio se encuentra desplazado de su lugar primitivo, inicialmente a orillas del río Esla, por la construcción del embalse de Ricobayo que amenazaba con anegarlo.
En el interioir de esta iglesia se encuentra el programa iconográfico más interesante de la escultura visigoda.
En el crucero hay dos capiteles historiados; uno representa a Daniel en el foso de los leones y el otro, precisamente este, a Abraham sacrificando a Isaac. El capitel tiene forma de prisma invertido y en su parte superior tiene un cimacio con decoración animalística, floral y roleos. La técnica utilizada en la cara labrada del capitel es la propia del mundo visigodo: bisel y cubeta o reserva para el fondo.
Representa el momento en que Abraham intenta ofrecer a Yavhé, tal como éste se lo ha pedido, a Isaac,
su único hijo. Le tiene agarrado por el pelo, cuando la mano de Dios le
manda parar. A su derecha, enredado en matorrales, está el cordero que tendrá que sacrificar.
El tema ya se había visto en el paleocristiano con un carácter soteriológico, de alianza, de salvación. Pero ahora interesa el carácter sacrificial de la escena,
como prefiguración del sacrificio de Cristo. Por eso, en esta representación se
pone el énfasis en el carnero, en el altar (altar cristiano y no ara), en el
arbusto (cruz), en la colocación (cerca del santuario). Es más difícil dar
contenido sacrificial al otro capitel, el de Daniel en el foso de los leones que se encuentra enfrente, pero hay
textos que hablan de Daniel como prefiguración del mártir.
En la parte superior se lee la siguiente inscripción: VBI HABRAAM OBTVLIT ISAC FILIVM SVVM OLOCAUPSTUM DNO (Donde Abraham ofreció a su hijo Isaac en holocausto al Señor). Este tipo de textos solía acompañar a las miniaturas. ¿Podría ser reflejo de una miniatura visigoda
hoy perdida? En todo caso, es un claro precedente de lo que se verá más
adelante en la iconografía cristiana mozárabe y románica.
En la parte superior se lee la siguiente inscripción: VBI DANIEL MISSVS EST IN LACVM LEONVM (Donde Daniel fue arrojado al foso de los leones). También se asemeja a las representaciones de miniaturas la
representación de Daniel, en actitud de oración, en el foso de los leones. Pero hay una diferencia con las representaciones mozárabes posteriores:
aquí, los leones aparecen bebiendo agua del fondo de un lago realista, con ondas de agua.¿Tal vez un error de interpretación?
Los dos capiteles muestran el uso del bisel, en bajo relieve, y a dos planos (técnica de cubeta o reserva).
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