lunes, 3 de octubre de 2022

El Escorial: Patio de los Evangelistas

 
Obra: Patio de los Evangelistas; San Lorenzo de El Escorial  
Autor: Juan Bta. de Toledo (c.1515-1567) y Juan de Herrera (1530-1597)
Fecha: Siglo XVI; entre 1559-1584  
Estilo: Renacimiento  
Material: Piedra de granito
 
El claustro grande o Patio de los Evangelistas es una de las partes más importantes de El Escorial desde el punto de vista arquitectónico, tanto por las fachadas de las galerías del Claustro, diseñado por Juan Bautista de Toledo y variado por Juan de Herrera, como por el Templete, obra de este último. Ocupa la zona oriental del convento.
Está organizado en dos pisos con arcos de medio punto sobre pilares y semicolumnas adosadas. Se remata con una balaustrada en la que aparecen como elemento decorativo las bolas de granito.
Repite el esquema romano del arco de triunfo. En correcta superposición de los órdenes clásicos, coloca en el piso inferior el orden toscano y en el superior el orden jónico. Su organización parte de los patios romanos renacentistas, pero los supera por su amplitud y horizontalidad. 
Este patio es un canto a la austeridad decorativa, a la geometría, a la proporción, la definición misma de la estética herreriana, tan cara al mundo renacentista
 
En el centro del clausto se encuentra el templete de los Evangelistas, última obra de Juan de Herrera para el monasterio.  El simbolismo del templete y el jardín hace alusión a la fuente de la Gracia y de la vida espiritual (los cuatros Evangelios), y al jardín del Edén con los cuatro ríos nombrados por el Génesis que riegan las partes del mundo.

El templete se presenta como un tholos clásico de estilo toscano. La estructura es del tipo de plan central con una planta seudoctogonal, pues está achaflanada por las esquinas. En todo su perímetro hay un entablamento clásico, con su arquitrabe, su friso de triglifos y metopas, y una cornisa volada. Sobre el entablamento se sitúa una balaustrada. Una cúpula con tambor corona el edículo. Toda la parte exterior es de granito.

 
En los chaflanes se abren unos arcos pequeños con nichos que están ocupados por las estatuas, de tamaño mayor que el humano real, de los cuatro evangelistas. En los lados mayores del octógono se abren unos arcos de mayor tamaño. Todo el conjunto escultórico, realizado en mármol blanco de Génova, se debe al cincel de Juan Bautista Monegro (c.1545-1621).
 
Cada evangelista está precedido por su correspondientes símbolo (Mateo, el ángel; Marcos, el león; Lucas, el toro, y Juan, el águila). Además, cada evangelista lleva en sus manos un libro abierto y, escrito en él, un texto de su respectivo evangelio en el idioma en que originalmente fuera escrito (Mateo en hebreo, Marcos en latín, Lucas en griego y Juan en siriaco).
 
 
 El interior del templete está chapado con mármoles y jaspes rosas y grises.

 
La relación con el templete de san Pietro in Montorio, levantado en Roma por Bramante entre 1502 y 1510, parece evidente. La obra de Juan de Herrera es una interpretación del la obra bramanesca cuando ya en Roma no se llevaba este tipo de arquitectura.
 
 

No hay comentarios: