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jueves, 29 de septiembre de 2022

Alhambra: mirador de Lindaraja o Daraxa

Obra: Alhambra: Mirador de Lindaraja o Daraxa 
Estilo: Árabe; periodo nazarita o granadino 
Fecha: Siglo XIV 

Desde la Sala de Dos Hermanas se accede a una pequeña sala rectangular con tres ventanas. Dos son gemelas con dos balcones bajo un gran arco apuntado; la tercera ventana está ajimezada. Estos balcones conforman un mirador de poca altura con un alféizar muy bajo que daba vista a un paisaje abierto que se extendía hasta la muralla. Hoy da a un patio cerrado creado en tiempos de Carlos V con motivo de la visita del monarca en su viaje de novios. Debió construirse en la segunda mitad del XIV bajo el gobierno de Mohammed V.
El alfeizar (poyete inferior) es muy bajo porque los habitantes de la Alhambra solían sentarse cerca del ajimez en unas sillas (jamugas) bajitas para ver el paisaje prácticamente sentados en el suelo.
En el interior de este pequeño espacio se puede apreciar, como en resumen, todo un conjunto de decoración nazarita. Vemos composiciones geométricas, epigráficas y delicadas yeserías que enmarcan la ventana frontal bajo un arco ciego de mocárabes que se encuentra por encima de otro arco ficticio de medio punto y lobulado.


En el tímpano hay una compleja composición caligráfico-lineal rellena de ataurique con una estrella de ocho puntas en la parte central formada por dos cuadrados superpuestos. En su interior una inscripción en árabe se lee traducido: "Dios es Quien cuida mejor y es la Suma Misericordia" (Corán 12,64).


En este detalle de la ventana geminada y ajimezada seguimos viendo la misma decoración utilizada en el patio de Los Leones. Los zócalos están cubiertos con alicatados variados.
 

miércoles, 28 de septiembre de 2022

Alhambra: sala de Los Abencerrajes

 
Obra: Alhambra: Sala de los Abencerrajes 
Estilo: Árabe; periodo nazarita o granadino  
Fecha: Siglo XIV
 
Esta sala se encuentra situada frente a la sala de Dos Hermanas. El nombre se debe a una tradición popular que asegura que aquí fueron degollados los caballeros Abencerrajes, miembros de una importante familia musulmana e influyentes en la vida política granadina del siglo XV.
 

La sala está techada con una elaborada cúpula de mocárabes montada sobre ocho trompas de mocárabes . Es una bóveda de linterna de 16 lados en forma de estrella de ocho puntas. La luz que atraviesa las ventanas situadas en el comienzo de la bóveda le dan un aspecto único. 
 
 
En las trompas se lee la siguiente inscripción: "No hay más ayuda que la que viene de Dios, el clemente y misericordioso".
 

El cuadrado central de la sala tiene dos aposentos en sus laterales separadas por columnas del resto de la sala. En estos sitios, aptos para el descanso, se disponían los lechos abiertos a patios o estancias mayores, como esta, pero siempre aislados por cortinajes.

lunes, 26 de septiembre de 2022

Alhambra: Historia

Analizamos de forma breve, en una secuencia cronológica, las varias zonas del conjunto de la Alhambra. Posteriormente, se comentarán más ampliamente algunas de ellas.
 
La Alcazaba

Muhammad I (1238-1273) levantó el circuito defensivo del complejo y situó la alcazaba con un patio de armas para la guarnición en el ángulo más alto y saliente de la colina. Convirtió la Alhambra en una fortaleza militar.


Circuito defensivo y alcazaba con la imponente Torre de la Vela. Sierra Nevada al fondo.

El Generalife
 
Muhammad II (1273-1302) empezó a edificar almacenes, depósitos e inició la construcción del palacio del Generalife o Huerto Elevado, una villa rural, donde jardines ornamentales, huertos y arquitectura se integraban junto a la Alhambra. Continuó el trabajo en el recinto amurallado.
 
Patio de la Acequia en el Generalife
 
Palacios nazaríes o Casa Real Vieja

Una de las partes más atrayentes para los que visitan la Alhambra es el conjunto de los Palacios Nazaríes, también llamado Casa Real Vieja.

 
Mohamed III (1302-1309) tuvo su residencia en El Partal (pórtico), uno de los palacios más antiguos de la Alhambra. Actualmente se conserva un estanque precioso, un pórtico con cinco arcos, la torre del Mirador de las Damas y un pequeño oratorio.
 
 
 
Yusuf I (1334-1354) mandó edificar el palacio o cuarto de los Arrayanes, la parte más grandiosa de la Alhambra. En el testero se levanta el enorme salón del Trono o de Comares, alojado en el interior de una torre. El cuarto de Comares se completa en la parte baja y, en lugar contiguo a la torre, con las salas de los Baños.
 
 

 
Patio de los Arrayanes (mirtos). A ambos lados hay dos naves de aposentos. 
 
Sala de las Camas del Baño Real que conserva lo esencial de sus elementos originales. Es un antiguo "hamman", una modalidad de baño de vapor que incluye limpiar el cuerpo y relajarse.

Muhammad V (1354-1391) mandó construir el Cuarto Dorado, aunque pertenezca al cuarto de Comares. Esta fachada del Cuarto Dorado servía de separación entre el ámbito administrativo y público del familiar y privado de palacio. A partir de aquí se entraba al cuarto de Comares.
 
 
 
Al morir Yusuf I, su padre, acaba las obras de éste, y comienza a construir su gran obra: el Cuarto de los Leones, otro palacio adosado al de Comares. A él se abren otras dependencias: Sala de los Mocárabes, Sala de los Reyes, Sala de los Abencerrajes y Sala de las Dos Hermanas.

La Medina

La ciudadela (medina, ciudad en árabe) contaba con varios baños públicos, hornos, talleres, silos y cisternas, así como con las casas de los altos funcionarios, de los empleados y de los sirvientes de la corte. Los edificios quedaron en ruinas tras la guerra de la Independencia. Hoy se ven los cimientos de las construcciones, así como la muralla desde el interior.

 

miércoles, 21 de septiembre de 2022

Alhambra: Conjunto

La Alhambra; al fondo, a la derecha, el Generalife; la ciudad de Granada a sus pies.

En la proa del monte de la Sabika, una de las últimas estribaciones de Sierra Nevada, desde donde se domina la vega y a cuyo pie corre el Darro, se levantaba ya en el siglo IX una fortaleza, que por el color rojo de los ladrillos, torres y murallas recibe el nombre de Calat Alhamrá o Castillo Rojo. 
El Reino Nazarí o Nazarita se fue configurando a partir de la derrota almohade en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). Fue fundado en Arjona (Jaén) cuando Muhammad I fue proclamado emir en 1232. Este, aprovechando la debilidad de otros reinos de taifas, amplió sus territorios. En 1233 trasladó su capital a Jaén, y, finalmente, en 1238 la situó en Granada. Situó su residencia en el monte de la Sabika, lugar privilegiado por su altura para dominar la medina y los arrabales de Granada, y para controlar desde la lejanía cualquier ataque enemigo.
La Alhambra se convierte en una ciudad palatina, formada por un conjunto de palacios, jardines y fortaleza defensiva que forman un todo. Analizamos brevemente las zonas más importantes.
Alcazaba: recinto fortificado destinado a la guardia del rey; con Torres Bermejas es la parte más antigua de la Alhambra.
 
Palacios nazaríes: pequeños palacetes con una serie de estructuras que les rodean. Consta del Mexuar (con el pequeño oratorio y el Cuarto Dorado); el Cuarto de Comares y el Cuarto de los Leones. El conjunto se llama, desde el XVI, la Casa Real Vieja, para distinguir estos edificios de los edificios cristianos posteriores.
 
Palacio de Carlos V. Fue mandado construir por Carlos V.
 
El Partal: ocupado en época nazarí por bellos palacios, casas y jardines habitados por las familias ilustres de la Alhambra, con el tiempo, la mayoría de estos edificios han desaparecido. Sobre sus ruinas se construyeron a principios del siglo XX los Jardines del Partal. Sólo quedan restos del antiguo palacio con pórtico de columnas, la Torre de las Damas y el oratorio. 
 
La Medina: es la ciudad árabe; estaba dotada de baños públicos, mezquita y comercios. Las numerosas guerras han reducido a escombros la mayor parte de esta zona.
 
Generalife. Edificación anterior a los principales palacios de la Alhambra. Terminado en 1319, pasó a funcionar como jardín y casa de recreo para los sultanes de Granada.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Mezquita: partes


 Obra: Planta genérica de una mezquita  
Fecha: Primeros siglos del arte árabe (VII a X)  
Estilo: Árabe
 
La cultura musulmana tiene en la mezquita su edificio paradigmático
La función de los templos clásicos -griegos y romanos- era la de albergar la estatua de sus dioses. Los templos cristianos tenían como función ser la casa de Dios y, a la vez, cobijar a los fieles. La mezquita es "el lugar en el que el fiel se postra ante Dios". 
La mezquita representa la tipología más simple del templo. Los musulmanes sólo necesitan una superficie horizontal, el suelo, para sus plegarias; no requieren de imágenes ni de altares. Incluso las arenas del desierto son su templo si se conoce el requisito fundamental: la orientación, ya que las plegarias se hacen siempre en dirección a La Meca, centro del mundo islámico. 
El fiel acude a la mezquiata, fundamentalmente los viernes: está en silencio, se descalza, se lava (expresando simbólicamente su deseo de limpieza interior), y se coloca en línea con sus compañeros, mirando a La Meca, a la espera de la señal del imán para iniciar la plegaria.
Cuando el fiel realiza un rakat, o ciclo de oración, todo su cuerpo expresa las palabras que pronuncia: cuando dice "Gloria a mi Señor, el Grande", se inclina; y cuando pronuncia "Gloria a mi Dios, el Omnipotente", se postra poniendo la frente y la nariz en el suelo, como signo de su sumisión a Dios. Toda su actitud debe ser de humildad, devoción y concentración de todo su ser, pues si no es sincero, su plegaria no tendrá valor alguno.
El diseño de la mezquita -palabra derivada de "masjid", "lugar para arrodillarse"- y sus características reflejan directamente sus funciones en el culto público. 
Esencialmente, es un muro (la quibla), orientado de tal modo que una línea recta tirada desde La Meca la partiría en ángulos rectos. Ello asegura que el musulmán sepa el lugar hacia donde ha de dirigir su rostro al orar; el nicho abierto en el muro por el mihrab señala esta dirección. 
Al entrar en la mezquita se llega al iwan o atrio porticado. La tendencia a que el edificio sea cuadrado (haram o sala de oraciones), y no longitudinal, responde al deseo de los adoradores de orar lo más cerca posible del muro del mihrab, y por tanto de La Meca. No es necesario, como en el templo cristiano, dar al culto un sentido procesional. 
El mihrab en sí no es sagrado, como sí lo es el altar de los templos cristianos; lo sagrado es la dirección que señala. Tal es el énfasis que se pone en ello, que los musulmanes cuidan de alinear los retretes, las tumbas y hasta las alcobas para evitar la posibilidad de cualquier falta de respeto inadvertida. La forma cóncava, derivada del ábside cristiano, la introdujeron albañiles coptos a comienzos del siglo VIII. 
El minarete o alminar (de minara, que significa faro), torre de la mezquita, se desarrolló para que el almuhédano o muecin llamara a los fieles a la oración.
Es esencial algún tipo de pila o fuente (sabil), de forma que los fieles puedan realizar sus abluciones antes de entrar en la mezquita a rezar. 
El minbar o púlpito, en el interior del edificio, es el lugar desde el que el imán pronuncia su sermón el viernes. Está a la derecha del mihrab y al principio era una simple escalera de tres peldaños (el imán pronuncia su sermón desde un peldaño inferior, pues sólo el Profeta predicó desde el peldaño más alto). En el imperio otomano y en el norte de África se hizo habitual un minbar profusamente decorado y con una escalera monumental. 
Finalmente se encuentra la macsura o espacio cerrado, situado delante del mihrab, donde se situaba el califa.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Mezquita de Córdoba: ampliaciones

 Obra: Planta de la mezquita de Córdoba con sus ampliaciones 
Autor: Varios  
Fecha: Siglos VIII a X  
Estilo: Hispanomusulmán
 
La mezquita es el edificio por excelencia de la arquitectura islámica. Además de la función religiosa como casa de oración, es también centro de enseñanza, tribunal de justicia y lugar privilegiado de meditación, solaz espiritual y comunicación entre hombres. 

La primera fase (rosa) de la mezquita cordobesa, y la más antigua, comienza en el año 786, cuando Abd al-Rhamán I ordena su construcción. El edificio se levanta sobre una basílica visigoda dedicada a San Vicente, en la que compartieron culto, durante los primeros años de ocupación, árabes y cristianos y que fue comprada a los cristianos cordobeses. Se derribó esta basílica, aunque no totalmente, pues se aprovecharon parte de los viejos muros. También se reutilizaron columnas y capiteles romanos y visigodos.  
El conjunto de la mezquita aljama de Córdoba es uno de los primeros ejemplos del tipo hipóstilo de mezquita, idóneo para resolver las necesidades de la comunidad musulmana. A través de numerosas puertas se puede acceder a un amplio patio o sahn, en donde se encuentra el sabil, la fuente para las abluciones. Sin ningún muro de separación, los fieles, ya purificados, entraban en el haram o sala de oración, con alfombras por el suelo. Esta ausencia de límites muestra la sensación de infinitud, de vacío arquitectónico que querían comunicar los constructores islámicos. Su quibla no está orientada a La Meca, sino al sur. En la primitiva mezquita el haram constaba de once naves de doce tramos cada una que corren en dirección a la quibla. La mezquita sufrió tres importantes modificaciones en época islámica. Hisham I terminó el sahn o patio y levantó el primer alminar.
La segunda fase se desarrolla durante el gobierno de Abd al-Rahman II, que alargó (azul), entre el 833 y 855, el haram en siete tramos, construyó un nuevo mihrab, levantó el minarete y abrió las portadas exteriores con puertas de herradura. Fue menester hacer nuevas columnas y capiteles, pues no quedaban ya materiales visigodos o romanos aprovechables. El aumento de la población de Córdoba obligó a hacer esta ampliación.
Bajo Abd al-Rhamán III se agrandó el patio (verde oscuro), se derribó el antiguo minarete y se construyó el actual, oculto hoy bajo las transformaciones hechas en el siglo XVI, formado por dos cuerpos de planta cuadrada, en decreciente tamaño.
Al-Hakam, a partir del 964, añadió (verde claro), hacia la cabecera, doce tramos más, conservando el mihrab enriquecido con mosaicos de origen bizantino, construyó la macsura e introdujo la bóveda de arcos entrecruzados. En este momento aparecen y se prodigan los arcos trilobulados, pentalobulados y polilobulados. El tramo que ocupaba el mihrab de Abd al-Rahman II quedó decorado; hoy se llama Capilla de Villaviciosa.
 

La última fase se debió al constante aumento de la población. Al-Mansur, más conocido como Almanzor, canciller del Califato de Córdoba, añadió entre los años 987 a 990 ocho naves laterales al este (ocre), afectando tanto al oratorio como al patio. De esta forma el mihrab quedó descentrado. Esta ampliación lateral, de menor importancia e inferior calidad, corresponde al interés propagandístico que tenía Al-Mansur de asemejarse a los califas. El resultado fue la planta definitiva de 19 naves. Tuvo que hacer la ampliación hacia el este, ya que hacia el sur no había posibilidad puesto que se encontraba con el río Guadalquivir.

domingo, 20 de marzo de 2011

Músico tocando el mizmar

Obra: Músico tocando el mizmar: fragmento de una adaraja 
Autor: Anónimo
Fecha: XII  
Estilo: Árabe; perido almorávide  
Técnica: Pintura al temple sobre estuco 
 
En el actual monasterio de Santa Clara (Murcia) se levantaron dos palacios islámicos. El más antiguo fue construido por Muhammad ibn Mardanis (siglo XII), conocido por los cristianos como el Rey Lobo, de origen mozárabe. El segundo es obra del emir Ibn Húd (siglo XIII) y se edificó sobre las ruinas del palacio anterior. En 1272 este palacio pasó a propiedad de la Corona castellana, y en 1365 Pedro I lo cedió a las monjas Clarisas, que lo ocupan hasta hoy en día. 
Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el convento permitieron recuperar numerosos restos decorativos del edificio del Rey Lobo, entre los que destacan unos espectaculares zócalos pintados de época almorávide y unos fragmentos (adarajas o saliente de piedra de forma desigual que se deja en una pared) de una cúpula de mocárabes decorada con pintura al temple sobre estuco con representaciones humanas. 
En el fragmento mejor conservado vemos a un personaje femenino (¿hombre?) tocando el mizmar, un instrumento musical de viento de doble lengüeta parecido al oboe. Era utilizado por los músicos en los ambientes cortesanos de esta época islámica. 
Está realizado con pintura polícroma al temple. Muestra un encanto especial el carmín de las mejillas que se inflan al soplar sobre la boquilla del instrumento y el cordel rojo enrollado sobre la mano. El fondo es azul, de color plano y uniforme. Las líneas del dibujo, muy nítidas, el colorido ingenuo, las tintas planas y la fantasía son las principales características de esta pequeña obra (12 x 9 cms; un poco menos que la palma de la mano) de arte. 
En la forma de realizar el vestido, con líneas muy oscuras para separar sus partes, vemos un estilo muy parecido al de la pintura románica. Es posible que fuera pintado por algún pintor musulmán que conociera también la miniatura o por algún pintor cristiano al servicio del emir musulmán. 
Las artes figurativas en el islam nunca tuvieron un gran desarrollo, más por prejuicios sociales que por una prohibición expresa del Corán. Lo que el Corán condena es la idolatría, no la representación figurativa. Esto quiere decir que hay una escasez real de pintura y escultura figurativa, aunque no absoluta. Pero tanto en el siglo XII como en el XIII, con dinastías de carácter fuertemente integrista como las almorávides y almohades, las pinturas se hallan muy restringidas. Encontramos ejemplos tan sólo en tejidos y cerámicas. 
Las pinturas de mejor calidad están en las techumbres de madera mudéjares, con temas paganos de caza y corte. Las pinturas más bellas, caso aparte de los frescos palaciegos, las encontraremos en los libros sagrados que se iluminan a la manera medieval cristiana con pequeñas escenitas llenas de figurillas, así como sus libros de poesía, cuentos, ciencia, etc.