domingo, 20 de marzo de 2011

Músico tocando el mizmar

Obra: Músico tocando el mizmar: fragmento de una adaraja 
Autor: Anónimo
Fecha: XII  
Estilo: Árabe; perido almorávide  
Técnica: Pintura al temple sobre estuco 
 
En el actual monasterio de Santa Clara (Murcia) se levantaron dos palacios islámicos. El más antiguo fue construido por Muhammad ibn Mardanis (siglo XII), conocido por los cristianos como el Rey Lobo, de origen mozárabe. El segundo es obra del emir Ibn Húd (siglo XIII) y se edificó sobre las ruinas del palacio anterior. En 1272 este palacio pasó a propiedad de la Corona castellana, y en 1365 Pedro I lo cedió a las monjas Clarisas, que lo ocupan hasta hoy en día. 
Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el convento permitieron recuperar numerosos restos decorativos del edificio del Rey Lobo, entre los que destacan unos espectaculares zócalos pintados de época almorávide y unos fragmentos (adarajas o saliente de piedra de forma desigual que se deja en una pared) de una cúpula de mocárabes decorada con pintura al temple sobre estuco con representaciones humanas. 
En el fragmento mejor conservado vemos a un personaje femenino (¿hombre?) tocando el mizmar, un instrumento musical de viento de doble lengüeta parecido al oboe. Era utilizado por los músicos en los ambientes cortesanos de esta época islámica. 
Está realizado con pintura polícroma al temple. Muestra un encanto especial el carmín de las mejillas que se inflan al soplar sobre la boquilla del instrumento y el cordel rojo enrollado sobre la mano. El fondo es azul, de color plano y uniforme. Las líneas del dibujo, muy nítidas, el colorido ingenuo, las tintas planas y la fantasía son las principales características de esta pequeña obra (12 x 9 cms; un poco menos que la palma de la mano) de arte. 
En la forma de realizar el vestido, con líneas muy oscuras para separar sus partes, vemos un estilo muy parecido al de la pintura románica. Es posible que fuera pintado por algún pintor musulmán que conociera también la miniatura o por algún pintor cristiano al servicio del emir musulmán. 
Las artes figurativas en el islam nunca tuvieron un gran desarrollo, más por prejuicios sociales que por una prohibición expresa del Corán. Lo que el Corán condena es la idolatría, no la representación figurativa. Esto quiere decir que hay una escasez real de pintura y escultura figurativa, aunque no absoluta. Pero tanto en el siglo XII como en el XIII, con dinastías de carácter fuertemente integrista como las almorávides y almohades, las pinturas se hallan muy restringidas. Encontramos ejemplos tan sólo en tejidos y cerámicas. 
Las pinturas de mejor calidad están en las techumbres de madera mudéjares, con temas paganos de caza y corte. Las pinturas más bellas, caso aparte de los frescos palaciegos, las encontraremos en los libros sagrados que se iluminan a la manera medieval cristiana con pequeñas escenitas llenas de figurillas, así como sus libros de poesía, cuentos, ciencia, etc.

1 comentario:

Sandra dijo...

Buscando información sobre esta adaraja he encontrado esto:

http://www.youtube.com/watch?v=XODblMG-CSI