viernes, 29 de agosto de 2008

Virgen theotokos


Obra: Virgen theotokos
Autor: Desconocido
Fecha: Siglo XII
Estilo: Románico
Técnica: Piedra policromada

La iconografía de la Virgen María en la escultura románica es variada, pero una de las representaciones más habituales es la de la Virgen madre como trono de Dios (theotokos). Esta forma es frecuente en el mundo bizantino, por lo que su influencia en en románico es clara.
La palabra theotkos estaría mejor traducirla como "la que da a luz a Dios". Así fue declarado en el concilio de Éfeso (431) frente a las ideas de Nestorio que decía que María había sido solamente madre de Cristo. Y así se lee en el decreto conciliar: "Desde un comienzo la Iglesia enseña que en Cristo hay una sola persona, la segunda persona de la Santísima Trinidad. María no es solo madre de la naturaleza, del cuerpo pero también de la persona quien es Dios desde toda la eternidad. Cuando María dio a luz a Jesús, dio a luz en el tiempo a quien desde toda la eternidad era Dios. Así como toda madre humana, no es solamente madre del cuerpo humano sino de la persona, así María dio a luz a una persona, Jesucristo, quien es ambos Dios y hombre, entonces Ella es la Madre de Dios".
El concepto simbólico de la escultura románica se presta muy bien para representar este concepto de maternidad divina mediante ciertos recursos estilísticos. La Virgen aparece sentada, con el Niño Jesús sentado en su regazo, mirando ambos al frente. No hay relación entre la madre y el hijo, algo que sería natural entre ambos. Pero en el románico no se muestran los sentimientos. El hieratismo de ambas figuras, los pliegues geométricos y paralelos, los pies colgantes, etc. son otros tantos rasgos de la escultura románica.
Estas obras exentas están realizadas en madera o en piedra y están policromadas. La imagen que vemos se encuentra en la catedral de Tudela (Navarra), es de piedra y realizada en el siglo XII.

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Obra: Virxe theotokos
Autor: Descoñecido
Data: Século XII
Estilo: Románico
Técnica: Pedra policromada

A iconografía da Virxe María na escultura románica é variada, pero una das representacións máis habituais é a da Virxe nai como trono de Deus (theotokos). Esta forma é frecuente no mundo bizantino, polo que a súa influencia no románico é clara.
A palabra theotokos estaría mellor traducila como "a que dá a luz a Deus". Así foi declarado no concilio de Éfeso (431) fronte ás ideas de Nestorio que dicía que María fora soamente nai de Cristo. E así se le no decreto conciliar: "Desde un comezo a Igrexa ensina que en Cristo hai unha soa persoa, a segunda persoa da Santísima Trindade. María non é só nai da natureza, do corpo, senón tamén da persoa quen é Deus desde toda a eternidade. Cando María deu a luz a Xesús, deu a luz no tempo a quen desde toda a eternidade era Deus. Así como toda nai humana, non é soamente nai do corpo humano senón da persoa, así María deu a luz unha persoa, Xesucristo, que é Deus e home, entón Ela é a Nai de Deus".
O concepto simbólico da escultura románica préstase moi ben para representar este concepto de maternidade divina mediante certos recursos estilísticos. A Virxe aparece sentada, co Neno Xesús sentado no seu colo, mirando ambos á fronte. Non hai relación entre a nai e o fillo, algo que sería natural entre ambos. Pero no románico non se mostran os sentimentos. O hieratismo de ambas figuras, os pregues xeométricos e paralelos, os pés colgantes, etc. son outros tantos trazos da escultura románica
Estas obras exentas adoitan estar realizadas en madeira ou en pedra e están policromadas. A imaxe que vemos atópase na catedral de Tudela (Navarra), é de pedra e foi realizada no século XII.

jueves, 28 de agosto de 2008

Cristo Majestad: Batllo



Obra: Majestad Batllo
Autor: Desconocido
Fecha: Siglo XII
Estilo: Románico
Técnica: Madera policromada

Esta figura es una talla de madera del siglo XII que representa a Cristo en la cruz. A este tipo de representaciones se les llama Cristo Majestad por la postura de Jesús en la cruz. Es el prototipo de la victoria sobre la muerte, todo un símbolo. Se trata de transmitir la soberanía y magnificencia de Cristo crucificado.
Está con los brazos rígidos, extendidos de forma casi horizontal, y no presenta rasgos del sufrimiento que el suplicio llevaría aparejado. Está vivo, con los ojos abiertos, sereno, sin rastro de sangre ni de la corona de espinas. Cristo reina desde la cruz. La misma cruz es también símbolo de realeza, por lo que se trata más de un trono que de un instrumento de suplicio.
Debería tener cuatro clavos, uno en cada mano y otro en cada pie, pero los de los pies han desaparecido. Está vestido con una túnica talar, es decir, túnica completa que llega hasta los pies, y que además tiene mangas (tunica manicata); un cíngulo sujeta la cintura.
En la cabeza de Cristo vemos cómo la talla de cabello peinado en bucles, la barba y el rostro, en general, presentan una gran simetría. Esta simetría no se corresponde con la cabeza, ligeramente inclinada.
La talla en madera era frecuente para el mobiliario litúrgico e imágenes del interior del templo. Posteriormente se las policromaba. En este caso, la policromía que tiene es la original; es al temple. Destaca la decoración de la túnica, a base de figuras geométricas en azul, rojo y verde. Por detrás también está pintada la cruz, lo que hace suponer que pudo ser una cruz procesional. En el palo vertical, sobre la cabeza de Cristo se lee: JHS Nazarenus rex iudeorum (Jesús nazareno, rey de los judíos).
Todos los rasgos de la escultura románica están presentes en la obra: rigidez y geometrismo de los pliegues del vestido, hieratismo, simbolismo, no manifestación de sentimientos personales, etc. La forma de mirar, como ausente, de un Cristo vivo, tiene relación con la idea que se quiere transmitir al fiel: Cristo, al morir en la cruz, acaba venciendo a la propia muerte, luego Cristo no es sólo un ser humano, sino también divino, es el Hijo de Dios.
El nombre de la obra viene del coleccionista Enric Batlló i Batlló que la compró en un mercado de antigüedades y la donó a la Diputación de Barcelona en el año1914.

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Obra: Maxestade Batlló
Autor: Descoñecido
Data: Século XII
Estilo: Románico
Técnica: Madeira policromada.

Esta figura é unha talla de madeira do século XII que representa a Cristo na cruz. A este tipo de representacións chámaselles “Cristo en Maxestade” pola postura de Xesús na cruz. É o prototipo da vitoria sobre a morte, todo un símbolo. Trátase de transmitir a soberanía e magnificencia de Cristo crucificado.
Está cos brazos ríxidos, estendidos de forma case horizontal, e non presenta trazos do sufrimento que o suplicio levaría aparellado. Está vivo, cos ollos abertos, sereno, sen rastro de sangue nin da coroa de espiñas. Cristo reina desde a cruz. A mesma cruz é, tamén, símbolo de realeza, polo que se trata máis dun trono que dun instrumento de suplicio.
Debería ter catro cravos, un en cada man e outro en cada pé, pero os dos pés desapareceron. Está vestido cunha túnica talar, é dicir, túnica completa que chega ata os pés, e que ademais ten mangas (tunica manicata); un cíngulo suxeita a cintura.
Na cabeza de Cristo vemos como a talla de cabelo peiteado en bucles, a barba e o rostro, en xeral, presentan unha gran simetría. Esta simetría non se corresponde coa cabeza, lixeiramente inclinada.
A talla en madeira era frecuente para o mobiliario litúrxico e imaxes do interior do templo. Posteriormente eran policromadas. Neste caso, a policromía que ten é a orixinal; é á témpera. Destaca a decoración da túnica, a base de figuras xeométricas en azul, vermello e verde. Por detrás tamén está pintada a cruz, o que fai supoñer que puido ser unha cruz procesional. No pau vertical, sobre a cabeza de Cristo lese: JHS Nazarenus rex iudeorum (Xesús nazareno, rei dos xudeus).
Todos os trazos da escultura románica están presentes na obra: rixidez e xeometría dos pregues do vestido, hieratismo, simbolismo, non manifestación de sentimentos persoais, etc. A forma de mirar, como ausente, dun Cristo vivo, ten relación coa idea que se quere transmitir ao fiel: Cristo, ao morrer na cruz, acaba vencendo á propia morte, logo Cristo non é só un ser humano, senón tamén divino, é o Fillo de Deus.
O nome da obra vén do coleccionista Enric Batlló i Batlló que a comprou nun mercado de antigüidades e doouna á Deputación de Barcelona no ano1914.

domingo, 24 de agosto de 2008

Santiago de Compostela: puerta de las Platerías

Obra: Portada de las Platerías
Autor: Varios maestros
Fecha: Siglo XII
Estilo: Románico
Técnica: Piedra de granito

La conocida como puerta de las Platerías de la catedral de Santiago de Compostela es la del lado sur. Es una puerta de dos vanos, algo no frecuente en el románico. Las jambas están formadas por columnas de fustes de varios tipos: unos son lisos, otros entorchados, y otros con figuras de santos bajo arcos.
En las dos puertas abocinadas se han colocado dos tímpanos esculpidos con relieves de tipo religioso. Ambos son originales y no han sufrido transformación Además hay diferentes relieves por gran parte de la fachada y a los lados. No todos estos relieves son originales de esta puerta. Algunos de ellos fueron trasladados aquí cuando se rehízo la portada norte (de la Azabachería).
En el tímpano de la derecha aparece la doble naturaleza de Jesús: en la parte superior del tímpano está la adoración de los Reyes Magos (divinidad) y en la parte de abajo escenas de la pasión (humanidad). En el tímpano de la izquierda se sacan las conclusiones: Cristo es tentado en el desierto (como hombre) pero vence al pecado (como Dios) y los ángeles le sirven.
En este tímpano está la figura de una mujer (confundida con la mujer adúltera desde el tiempo del Calixtino), pero que parece representar a Eva, madre de los pecadores, con la calavera en el regazo.
En el conjunto trabajan varios maestros, entre los que destaca el llamado Maestro de la traición. Es una obra maestra realizada a finales del XI o comienzos del XII.

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Obra: Portada das Praterías
Autor: Varios mestres
Data: Século XII
Estilo: Románico
Técnica: Pedra de granito

A coñecida como porta das Praterías da catedral de Santiago de Compostela está ao lado sur. É unha porta de dous vans, algo non frecuente no románico. As xambas están formadas por columnas de fustes de varios tipos: uns son lisos, outros recubertos, e outros con figuras de santos baixo arcos.
Nas dúas portas abucinadas colocáronse dous tímpanos esculpidos con relevos de tipo relixioso. Ambos son orixinais e non sufriron transformacións Ademais hai diferentes relevos por gran parte da fachada e aos lados. Non todos estes relevos son orixinais desta porta. Algúns deles foron trasladados aquí cando se refixo a portada norte (da Acibechería).
No tímpano da dereita aparece a dobre natureza de Xesús: na parte superior do tímpano está a adoración dos Reis Magos (divindade) e na parte de abaixo escenas da paixón (humanidade).
No tímpano da esquerda sácanse as conclusións: Cristo é tentado no deserto (como home) pero vence o pecado (como Deus) e os anxos sérvenlle.
Neste tímpano está a figura dunha muller (confundida coa muller adúltera desde o tempo do Calixtino), pero que parece representar a Eva, nai dos pecadores, coa caveira no colo.
No conxunto traballan varios mestres, entre os que destaca o chamado Mestre da traizón. É unha obra mestra realizada a finais do XI ou comezos do XII.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Santo Domingo de Silos: duda de santo Tomás

 
Obra: Duda de Santo Tomás
Autor: Anónimo 
Fecha: Siglo XI
Estilo: Románico
Técnica: Medio relieve en piedra

Este relieve románico, bastante plano y realizado en piedra se encuentra en un machón del piso bajo del claustro de santo Domingo de Silos. Fue realizado en las últimas décadas del siglo XI.
Las figuras están bajo un arco de medio punto colocado sobre unas columnas de fuste muy delgado. Están rematadas, sobre un capitel corintio, con una edificación que representa una fortaleza en la que se aprecian torres. Encima del arco hay cuatro ángeles que celebran con cantos la resurrección del Señor. Y se remata con un cimacio ajedrezado.
La escena representa la duda del apóstol Tomás ante la resurrección de Cristo. En el evangelio de san Juan 20, 24 y ss se lee que Tomás dice, ante el comentario de sus compañeros que dicen haber visto a Jesús resucitado: "Si no veo las señales dejadas en sus manos por los clavos y meto mi dedo en ellas; si no meto mi mano en la herida abierta en su costado, no lo creeré". A los ocho días, estando todos reunidos, se aparece de nuevo Jesús y llama a Tomás y le dice: "Acerca tu dedo y comprueba mis manos; acerca tu mano y métela en mi costado...". Este es el momento preciso que se recoge en la escena.
Las características del relieve son las propias de la escultura románica. Según la ley románica de adecuación al marco, apenas si hay elementos que sobrepasen el espacio del arco. Las figuras de los apóstoles llevan un nimbo en la cabeza en el que está escrito su nombre. Sin embargo, la figura de Cristo lleva un nimbo crucífero.
Cristo, santo Tomás y san Juan con huecos en las pupilas para el azabache.
 Cristo es la figura de mayor tamaño como corresponde a su dignidad. Las demás figuras presentan isocefalia. La perspectiva que se utiliza en el románico se consigue colocando en tres niveles unas figuras encima de otras, ocupando todo el espacio disponible. 
Las manos, las piernas y los pies están acomodados al plano, no indican profundidad; lo mismo se observa en los nimbos. Los pliegues de los vestidos son geométricos. 
Extraña la actitud de las figuras hieráticas e inexpresivas ante un suceso que hubiera provocado un indudable estupor en los presentes. No hay ninguna comunicación entre los asistentes a la escena, algo que también hubiera sido normal. Pero en el románico esto es así.
Los ojos de las figuras de Cristo, Tomás y Juan (encima del brazo alargado de Cristo) se han vaciado y rellenado con azabache; así tiene más fuerza la mirada.
Todos los discípulos está identificado por medio de la epigrafía; los nombres están escritos en el nimbo que orlan sus cabezas. Cristo, además, lleva la leyenda: IHS NAZARENVS REX IUDEORVM (Jesús nazareno, rey de los judíos).
Un caso curioso es el de san Pablo, que no estuvo presente junto con los once apóstoles tras la muerte de Judas. Sin embargo, dada la importancia de san Pablo y para guardar el número doce, fue colocado en la escena. Está situado a la izquierda de Jesús, e identificado por el nimbo (MAGNVS SANCTVS PAVLVS) y un rollo epigrafiado con la leyenda "NE MAGNITVDO REVELATIONVM EXTOLLAT ME" (no me engría con la sublimidad de estas revelaciones). 
 San Pablo
El claustro es una dependencia adosada a la iglesia del monasterio y a él se abren las diversas dependencias monacales, pues la vida de la comunidad se articula y organiza alrededor de este lugar. El claustro es un lugar idóneo para que el monje pueda dedicarse a la contemplación "física", a pasear, reflexionar, rezar o descansar.
La presencia de cualquier tema en un claustro forma parte de un programa iconográfico más general en el que se esculpen escenas de la muerte y resurrección de Cristo. Este tema en concreto indica al monje que lo contempla, o al visitante de hoy, la importancia de la fe. No tiene, por tanto, una finalidad decorativa, que sí se aprecia, sino fundamentalmente una función didáctica y ejemplarizante para el monje que pase por delante de él.

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Obra: Dúbida de San Tomé
Autor: Anónimo
Data: Século XI
Estilo: Románico
Técnica: Medio relevo en pedra

Este relevo románico, bastante plano e realizado en pedra atópase nun machón do piso baixo do claustro de san Domingos de Silos. Foi realizado nas últimas décadas do século XI.
As figuras están baixo un arco de medio punto colocado sobre unhas columnas de fuste moi delgado. Están rematadas, sobre un capitel corintio, cunha edificación que representa unha fortaleza na que se aprecian torres. Encima do arco hai catro anxos que celebran con cantos a resurrección do Señor.
A escena representa a dúbida do apóstolo Tomé ante a resurrección de Cristo. No evanxeo de san Xoán 20, 24 e seguintes lese que Tomé di, ante o comentario dos seus compañeiros que afirman ter visto a Xesús resucitado: "Se non vexo os sinais deixados nas súas mans polos cravos e meto o meu dedo nelas; se non meto a miña man na ferida aberta no seu costado, non o crerei". Aos oito días, estando todos reunidos, aparécese de novo Xesús, chama a Tomé e dille: "Achega o teu dedo e comproba as miñas mans; achega a túa man e métea no meu costado...". Este é o momento preciso que se recolle na escena.
As características do relevo son as propias da escultura románica. Segundo a lei románica de adecuación ao marco, apenas se hai elementos que excedan o espazo do arco. As figuras dos apóstolos levan un nimbo na cabeza no que está escrito o seu nome. Con todo, a figura de Cristo leva un nimbo crucífero.
Cristo é a figura de maior tamaño como corresponde á súa dignidade. A perspectiva que se utiliza no románico conséguese colocando unhas figuras encima doutras, ocupando todo o espazo dispoñible. As mans, as pernas e os pés están acomodados ao plano, non indican profundidade; o mesmo se observa nos nimbos. Os pregues dos vestidos son xeométricos. A actitude das figuras hieráticas e inexpresivas ante un suceso que provocase certo estupor nos presentes. Non hai ningunha comunicación entre os asistentes á escena, algo que tamén é normal nesta técnica.
O claustro é unha dependencia encostada á igrexa do mosteiro e a el ábrense as diversas dependencias monacais, pois a vida da comunidade articúlase e organízase ao redor deste lugar. O claustro é o lugar á propósito para que o monxe poida dedicarse á contemplación "física", a pasear, reflexionar, rezar ou descansar.
A presenza de calquera tema nun claustro forma parte dun programa iconográfico máis xeral no que se esculpen escenas da morte e resurrección de Cristo. Este tema en concreto indica ao monxe que o contempla, ou ao visitante de hoxe, a importancia da fe. Non ten, xa que logo, unha finalidade decorativa, que si se aprecia, senón, fundamentalmente, unha función didáctica e de exemplo para o monxe que pase por diante del.