sábado, 16 de enero de 2010

Catedral de Burgos

Obra: Chapiteles de la catedral de Burgos
Autor: Juan de Colonia
Fecha: Siglo XV
Estilo: Gótico
Material: Piedra

Juan de Colonia, de origen alemán, reforma las torres de la catedral de Burgos, que estaban terminadas en terraza, a partir de 1442. Les añade unas agujas o chapiteles octogonales con forma de flecha. Utiliza una plementería calada, según modelos germanos, enraizados allí, pero desconocidos en Castilla. Se muestra en estas torres como un arquitecto que aporta aspectos decorativos de gran novedad y pericia técnica, que sirven para renovar el gótico francés imperante en la catedral desde su construcción en el XIII. 
Es un modelo que deriva de las torres realizadas en las catedrales de Friburgo y Esslingen, que conocía sin duda, así como de dibujos de otras obras (planos de la catedral de Colonia con las torres que se realizarán en el XIX). Con todo, no eran modelos todavía muy abundantes, por lo que en España es una obra de sorprendente novedad. En todo caso, con este remate consigue una de las aspiraciones que buscaba la arquitectura gótica, dar la sensación de verticalidad. La obra ha tenido que ser restaurada en varias ocasiones.
La realización a mediados del XV de estas obras en la catedral, solo se puede entender desde la situación económica y social que vive Burgos, pequeña ciudad de unos 25.000 habitantes en este momento, que constituye, junto con Toledo, el foco más importante del gótico castellano. La ciudad presenta un fuerte empuje económico y social y un notable patronazgo artístico por parte de la nobleza y de la burguesía mercantil. Los mercaderes se han enriquecido con el comercio de la lana; la catedral posee unas altas rentas y las familias de la nobleza son de las más ricas de la corona de Castilla. 
A esto hay que añadir la personalidad de Alonso de Cartagena, obispo de Burgos, que ha asistido al concilio de Basilea, y ha conocido las obras que se hacen en el centro de Europa; por eso trae a su ciudad al maestro cantero Juan de Colonia, para que modernice y embellezca su ciudad. Y es que modernizar la ciudad en el concepto clásico medieval era, según palabras del propio Alonso de Cartagena, que “la ciudad se distinguiese por la dignidad y autoridad de la iglesia catedral”. Por esto Juan trabaja en otros lugares de la catedral, como en el cimborrio, en el triforio o en la capilla del condestable; aquí su aportación es más importante todavía, pues practica un nuevo concepto de espacialidad: una capilla centralizada con una gran bóveda estrellada. 
La importancia de Juan de Colonia, afincado en Burgos, es, por tanto, grande en este “protorrenacimiento” que se da en la ciudad de Burgos antes del reinado de los Reyes Católicos. Su obra es continuada por sus hijos Simón y Francisco. Juan es uno más de los artistas flamencos, franceses y alemanes, que llegan en ese siglo XV a Castilla, donde se impone el gótico más adornado, el flamígero. Todo este esfuerzo artístico será encauzado un poco más tarde, en el último tercio de siglo, por los Reyes Católicos.

 

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