martes, 22 de noviembre de 2011

Museo Guggenheim (Bilbao)

Obra: Museo Guggenheim (Bilbao)Autor: Franck O. Gerhy (1929)
Fecha:
Inaugurado en 1997
Estilo:
Arquitectura del XX; deconstructivismo
Técnica:
Acero, cemento y planchas de titanio al exterior
.

La Arquitectura postmoderna es una tendencia arquitectónica que reacciona, desde mediados de 1970, contra los principios de la Arquitectura moderna. La discusión se centró, no tanto en la validez de sus premisas, como en que su vigencia había llegado al final. Se creía necesario un cambio porque se le achacaba aspectos negativos tales como el gigantismo, la expresión formal aburrida, el principio funcionalista, la planta libre y la desnudez ornamental. Aunque en la Arquitectura posmoderna hay diferentes grupos, todos tiene en común la denuncia de los principios defendidos por el Racionalismo arquitectónico y el estilo Internacional. Estas son algunas de las tendencias o estilos arquitectónicos, distintos desde el punto de vista formal y técnico, que se agrupan bajo la expresión Arquitectura postmoderna: Tardomoderno, Posmoderno, Deconstructivismo, High Tech (Alta tecnología) y Futurismo.

En la arquitectura se valoró desde siempre el orden y la estabilidad del edificio, por lo que el desorden y la inestabilidad quedaron excluidos. El cubo, el cilindro, conos, pirámides, etc., eran las formas geométricas que se usaban con reglas compositivas que evitaban el conflicto unas formas y otras. Estas formas contribuían a formar un todo unificado y armónico.

El desconstructivismo es una corriente que se da desde 1980 en la obra de unos cuantos arquitectos importantes, en diversos lugares del mundo, pero con enfoques similares, afines, y que dan como resultado formas similares. La palabra deconstrucción no quiere decir demolición o simulación. Deconstructivismo es cualquier diseño arquitectónico provocador que parece deshacer esa estructura armónica de la arquitectura tradicional.

La deconstrucción obtiene toda su fuerza de su desafió a los valores mismos de la armonía, unidad y estabilidad. Proponen, en cambio, una visión diferente de la estructura. El arquitecto deconstructivista deja de lado las formas puras de la tradición arquitectónica e identifica los síntomas de una impureza reprimida por lo que ahora las formas puras se utilizan para producir composiciones geométricas impuras y torcidas, inestables e intranquilas. No hay jerarquía de una parte sobre otra en el edificio, no hay un solo eje, sino un nido de ejes y formas en competencia y conflicto entre ellas. La forma no sigue ya a la función sino que la función sigue la deformación.

Y este es el concepto de Gehry: la descomposición de los conceptos en sus componentes. El edificio de Gehry es como una gran escultura. El edificio se caracteriza por sus formas retorcidas y curvilíneas y se compone de una serie de volúmenes interconexionados, unos de forma ortogonal recubiertos de piedra caliza y otros de volumetría más orgánica cubiertos por unas placas de titanio. Bajo la apariencia caótica que suscita la contraposición fragmentada de volúmenes con formas regulares cubiertas de piedra, formas curvas revestidas de titanio y grandes muros de cristal, el edificio se articular en torno a un eje central, el atrio, un monumental espacio vacío coronado por una cúpula metálica a través de cuyo lucernario cenital y muros de cristal, entra la luz inundándolo todo.
El desarrollo de la tecnología es trascendental en la formulación de estas nuevas formas. Debido a la complejidad matemática de las sinuosas curvas de piedra, cristal y titanio, tuvieron que ser diseñadas por ordenador.
Gehry es sensible al contexto cultural y virtual de su entorno. En conjunto el diseño de Gehry crea una estructura espectacular y claramente visible que tiene como telón de fondo el monte Artxanda, los edificios del ensanche de Bilbao y la ría.

1 comentario:

Manuel Ocaso dijo...

Sin lugar a duda una increíble obra arquitectónica!!! Si queréis saber qué ver en Bilbao os recomiendo visitar http://www.7pm.es/que-ver-en-bilbao/