miércoles, 2 de marzo de 2011

Lorenzo Bernini: David

 


Obra: David
Autor: Gian Lorenzo Bernini (1598-1680)
Fecha: Siglo XVII (1623-1624)
Estilo: Barroco
Material: Mármol

Esta figura de David, realizada cuando el escultor tiene 25 años,  es de un tamaño real, mide 170 cms. 
Representa a David, futuro rey de Israel, en el momento en que lanza con toda su fuerza la piedra, por medio de la honda, que derrumbará a Goliat. Tras esta acción, podrá David cortar la cabeza a Goliat y terminar así con la batalla contra los filisteos. 
Bernini ha elegido a una persona madura para representar a David, algo que va contra el texto bíblico del Antiguo Testamento, que dice que era joven. 
La obra presenta una serie de notas barrocas, como la emoción, el dinamismo y el movimiento en acto de David. La mentalidad ha cambiado. Se aleja del idealismo humanista que había dejado su sello en las representaciones renacentistas.
Miguel Ángel, por ejemplo, había representado a David cargándose de tensión a la vista del gigante antes de lanzar la piedrda; Donatello muestró a David orgulloso tras haber degollado a Goliat; esto mismo hizo Verrocchio. Pero en el Renacimiento la escena ocurre siempre antes o después; la violencia no aparece nunca en la escena. 
 
En el Barroco, el movimiento violento en acto se realiza en la propia escena, como también ocurre en el teatro de esta época. Una vez elegido el momento, se modifican ciertos aspectos de la figura. 
Los pies están apoyados en el suelo sobre la coraza que le había prestado el rey Saúl, pero que no pudo ponerse porque le pesaba demasiado, lo que da más fuerza a la acción. La lira que está junto a la coraza hace alusión a que David será posteriormente rey y poeta, autor de los Salmos, por atribución. Termina con la forma de una cabeza de águila, que formaba parte del escudo de la familia Borghese. El cardenal Scipione Borghese fue uno de los primeros mecenas del artista.
 

El cuerpo está girado formando una línea helicoidal que supera la línea serpentinata manierista. A ello se juntan las líneas diagonales diversas que se aprecian en la obra.
La obra está formando una doble asimetría: por un lado se ve muy clara la línea diagonal del cuerpo, pero también presenta en esquema en aspa, entre la cara que mira hacia un lado y los brazos hacia otro. 
Esto origina que la ocupación del espacio de esta figura es totalmente tridimensional; no puede ser abordada únicamente de frente como ocurría en el Renacimiento. Hay que rodear la figura para poder contemplar todas las distintas visuales que la obra presenta. 
 

Hay además un espacio exterior, al que va a llegar la piedra lanzada, con el que la obra interactúa. 
El artista barroco, tanto pintor como escultor, trata de convencer al espectador a través de los sentidos. Las texturas: la piel del cuerpo está perfectamente pulimentada y brilla por efecto de la luz; en cambio, es más rugosa en el pelo de la cabeza.
En el aspecto emocional, Bernini explora un estado mental extremo, la cólera. Esto lleva a que el ceño está fruncido, que se muerda el labio inferior o que la cara esté retorcida con ferocidad. 
 
 
 
El lanzamiento de un objeto era un tema que se había dejado de lado tras la antigüedad, pero que se retoma, por lo menos, teóricamente. Leonardo da Vinci había escrito en su Tratado de la pintura este tema, y parece que Bernini lo conoce y lo aplica en la práctica. También Durero había escrito sobre el “vir bellicosus”, al que dotaba de un canon largo (1 a 10).
Las dos figuras de David son monocromas, pues en estas épocas, Renacimiento y Barroco, no se tenía constantica de la policromía de la escultura clásica.
Tal vez representa la fuerza de la batalla que la Iglesia católica tiene contra la Reforma protestante, tras la aplicación de las normas del concilio de Trento (1545-1563). 


1 comentario:

Unknown dijo...

me parece que es muy buena la informacion porque es completa y resumida ademas te habla sobre la figura que es lo importante en este tema es muy bueno¡¡¡¡¡